La osteoporosis, enfermedad que provoca la reducción de la cantidad y la calidad óseas, favorece la aparición de fracturas. De hecho, como consecuencia de la misma, uno de cada ocho ciudadanos europeos mayores de 50 años sufrirá una fractura de columna, y una de cada tres mujeres y uno de cada nueve hombres mayores de 80 años se romperán la cadera. De ahí que, en opinión de la Dra. Inmaculada Carvajal, reumatóloga del Hospital Nuestra Señora del Rosario, esta dolencia se haya de percibir como un problema de salud pública frecuente: “El tratamiento de estas fracturas hace que se incremente el gasto sanitario, disminuya la calidad de vida de los pacientes e, incluso, aumenta el riesgo de mortalidad”.
Entre el 70 y 80% del pico de masa ósea viene determinado genéticamente, pero hay unos factores de riesgo modificable que pueden ayudar a prevenir y tratar las consecuencias de la osteoporosis. Estos son: bajo peso, déficit estrogénico (menopausia precoz o amenorrea prolongada), tabaco y alcohol, hipogonadismo (baja producción de hormonas sexuales en ambos sexos), inactividad física o sedentarismo y enfermedades y fármacos que producen osteopenia.
Factores de riesgo de fractura
Entre los factores de riesgo de fractura se localizan los siguientes:
Recomendaciones
Para reducir el riesgo de fracturas, la Dra. Carvajal aconseja seguir estas pautas:
Diagnóstico precoz
Como la osteoporosis es una enfermedad que no da síntomas hasta que no se produce la fractura, un diagnóstico precoz es, según esta especialista, clave para llevar a cabo una prevención y una estrategia de terapéutica. El diagnóstico se hace con una correcta historia clínica, una exploración del paciente, una analítica general y una radiografía de columna. Pero la prueba más adecuada para diagnosticarla es la densitometría ósea (DMO), que detecta la enfermedad, valora el riesgo de fractura y evalúa la eficacia del tratamiento.