Durante el embarazo puede surgir la indicación de que necesitemos saber cómo son los cromosomas del bebé y su material genético. O, igualmente, que requiramos hacer el diagnóstico de infecciones que pueden afectar a su desarrollo durante la gestación. La forma de obtener toda esta información es a través de dos vías, como explica la Dra. Maricruz González Álvarez, ginecóloga en el Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario y responsable de la Unidad de Diagnóstico Prenatal.

Biopsia corial

La primera es la biopsia corial, que se realiza a partir de la semana 12 y hasta la semana 14. “Obtenemos una pequeña muestra de la placenta que se forma a la vez del bebé y tiene los mismos cromosomas. Por eso, cogiendo esta pequeña muestra de placenta podemos conocer el ADN y el cariotipo del bebé”, comenta la ginecóloga y obstetra.

Amniocentesis

Más adelante, a partir de la semana 15 se puede obtener un poquito de líquido amniótico. Esta prueba, amniocentesis, se efectúa a través de punción por el abdomen materno: “sacamos unos mililitros de líquido amniótico y en este líquido podemos analizar tanto las células del bebé para ver su ADN como podemos buscar partículas virales, parásitos u otras infecciones”.

Ambas pruebas se realizan en la consulta de la Unidad de Diagnóstico Prenatal del Hospital. Para las mamás apenas supone ninguna molestia. Luego se van a casa a descansar durante 48 horas para minimizar el riesgo de sangrado y de pérdida del embarazo y a partir de la semana podemos obtener ya muchos resultados que nos darán información.