Los tumores vertebrales pueden ser primarios o, con más frecuencia, metastásicos, procedentes de otros órganos como pulmón, mama o próstata. Suelen causar dolor persistente y, en casos avanzados, pérdida de fuerza o sensibilidad por compresión medular. Así lo refiere el Dr. Rafael García de Sola, jefe de Neurocirugía del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario.
El diagnóstico se realiza principalmente con resonancia magnética, que permite valorar la extensión del tumor y planificar el tratamiento más adecuado.
Según el Dr. García de Sola, “el tratamiento depende del tipo de lesión, su extensión y el estado del paciente”. En casos metastásicos, el objetivo principal es paliar el dolor y preservar la función neurológica, combinando cirugía descompresiva, estabilización mediante instrumentación vertebral y tratamientos adyuvantes como radioterapia o quimioterapia. En los tumores primarios, especialmente los benignos o de bajo grado, se intenta la resección completa, recurriendo a técnicas de cirugía mínimamente invasiva y neuronavegación 3D, que aumentan la precisión y reducen las complicaciones.
“Gracias a la neuronavegación 3D y la monitorización neurofisiológica intraoperatoria (MNIO), la cirugía actual es más precisa, segura y personalizada, mejorando la recuperación y la calidad de vida de los pacientes”, tranquiliza el neurocirujano.