En el ámbito de la cirugía plástica, hay decisiones que van mucho más allá del precio. Una intervención no es un producto. Es un acto médico que implica confianza, preparación y un compromiso absoluto con la seguridad del paciente.

Cada vez más personas buscan resultados naturales, personalizados y seguros. Sin embargo, todavía muchos se dejan llevar por el atractivo de una oferta, un o una influencer o una promoción en redes sociales. Y ahí reside el riesgo: confundir el valor con el coste.

Como asegura la Dra. Carmen Iglesias, jefa del Servicio de Cirugía Plástica y Medicina Estética del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, “la diferencia no la marca el precio, sino el entorno médico y el equipo humano. Un cirujano acreditado escucha, evalúa y explica. Un anestesista vela por tu seguridad. Un entorno hospitalario garantiza que cada detalle esté controlado. Ese es el verdadero lujo: operarse con tranquilidad”.

No olvides que la cirugía responsable comienza mucho antes del bisturí: empieza en la consulta, cuando se analizan expectativas, se definen límites y se prioriza la salud. “Porque la cirugía plástica no trata de cambiar quién eres, sino de cuidar de ti de forma segura, consciente y profesional. Te esperamos para acompañarte en una decisión informada y segura. Tu cuerpo no necesita ofertas. Necesita especialistas”, concluye la Dra. Iglesias.