Se estima que hasta un 20% de los niños en edad escolar pueden padecer bruxismo, cifra que aumenta hasta el 30% en adolescentes. ¿Qué efectos provoca este trastorno frecuente y poco diagnosticado?

Según el Dr. Ignacio García Recuero, cirujano oral y maxilofacial del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, recuerda que entre las consecuencias más importantes del bruxismo en niños se encuentra el desgaste dental que puede llevar a provocar fisuras o fracturas dentarias, la maloclusión dental, disfunciones articulares e incluso hipertrofia de la musculatura de masticación.

Además, insiste,  las secuelas del bruxismo pueden ir más allá de la salud oral y provocar cefaleas, trastornos de conducta como ansiedad o enuresis e, incluso, se vincula con un bajo rendimiento escolar.

 El experto comenta igualmente que el bruxismo nocturno es involuntario y suele ocurrir durante la transición de estadios profundos de sueño a otros más superficiales, una secuencia que puede repetirse varias veces durante la noche.

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