Todos los especialistas coinciden en que conocer los síntomas previos y detectar el infarto a tiempo son claves para su abordaje y también para evitar secuelas o la muerte por una causa que está detrás de miles de muerte en nuestro país cada año..
¿Qué es un infarto de miocardio? Según explica el Dr. Antonio Álvarez-Vieitez, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, es la “muerte o necrosis del tejido muscular del corazón (miocardio) y se produce por una interrupción del aporte sanguíneo, por la obstrucción de una arteria”.
Factores de riesgo
Según este especialista, este problema afecta cada vez a personas más jóvenes. Y en ello influyen decisivamente los factores de riesgo: “Los hay significativos y que no podemos cambiar, como la herencia o la edad, pero hay cuatro muy importantes sobre los que podemos intervenir, como son la hipertensión, el tabaco, los niveles elevados de colesterol y la diabetes”. Tampoco habría que perder de vista el estrés, el sedentarismo y la obesidad, que resultan cada vez más relevantes.
El Dr. Álvarez-Vieitez también pone el acento en los desencadenantes de un infarto, como pudieran ser “determinadas circunstancias que pueden desencadenar un infarto, como situaciones de gran estrés (síndrome de TakoTsubo), esfuerzos violentos y extenuantes, el consumo de drogas (anfetaminas, cocaína) o una anemia masiva por hemorragias”.
Síntomas previos
“El síntoma principal que nos debe poner en alerta es la angina de pecho, dolor precordial sobre todo desencadenado por los esfuerzos y que cede con el reposo, disnea (fatiga con pequeños esfuerzos), cansancio y astenia”, detalla el experto sobre los momentos previos.
En cuanto a los síntomas del infarto, el más habitual es el de una sensación de opresión o dolor detrás del esternón que dificulta la respiración, con irradiación al brazo izquierdo o a la mandíbula se suele acompañar de mal estado general sudor frio, palidez, ganas de vomitar y mareo.
Por último, el cardiólogo señala que si nos encontramos ante una situación como esta, “debemos llamar a las emergencias inmediatamente, tranquilizar al paciente demostrándole seguridad y que está todo controlado, reposo absoluto, procurar no moverlo dejándolo tumbado, estar alerta y si pierde el conocimiento y no tiene pulso, iniciar maniobras de resucitación, con masaje cardiaco”.