Han transcurrido 220 años de la creación de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. Fue en Zaragoza, el 28 de diciembre de 1804, cuando un grupo de 12 mujeres, cuya Superiora era la Madre María Ràfols, llegan, acompañadas por el Padre Juan Bonal y 12 hombres más, para atender el Hospital Real y General de Nuestra Señora de Gracia. Allí, como Hermanas de la Caridad, compartieron la vida y la suerte de los enfermos, dementes, niños abandonados, y todos los que se acogían a la caridad de este Hospital, cuyo lema era Domus Infirmorum Urbis et Orbis, Casa de los enfermos de la ciudad y del mundo.
Ambos fundadores han sido, desde entonces, un ejemplo de cómo la entrega y la dedicación a los demás, con humildad y generosidad, con valentía y emprendimiento, pueden ser una forma de vida. Desde entonces, las Hermanas, que gestionan el Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, han sabido mantener vivo su legado con un estilo singular de vivir el amor hecho servicio, con todo cuidado y con todo detalle, reconociendo a Dios en cada persona.
Hoy, la Congregación cuenta con 242 comunidades, más de 300 centros en 29 países de los cinco continentes y más de 1.700 Hermanas que reciben el apoyo de un numeroso grupo de laicos. A cada instante, transmiten el amor y la misericordia de Dios, están atentas a las necesidades de los que les rodean y cerca de los más vulnerables en los diferentes campos en los que trabajan: Educación, Salud y Acción Social. Sin perder de vista, en ningún momento, su Carisma de “Caridad Universal hecha Hospitalidad” como forma de decirle al mundo que Dios está presente y es Amor sin límites.