Los tumores intradurales extramedulares se ubican dentro del canal raquídeo, envueltos por la duramadre, pero situados fuera de la médula espinal. Aunque su concepto puede resultar complejo para los pacientes, son patologías bien conocidas en Neurocirugía.
“Los tipos más frecuentes de estos tumores son los neurinomas y los meningiomas. Los neurinomas crecen en las raíces nerviosas y suelen provocar dolor irradiado, mientras que los meningiomas, más frecuentes en mujeres, pueden no causar dolor inicial, lo que retrasa su diagnóstico”, explica el Dr. Rafael García de Sola, jefe de Neurocirugía del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, quien ofrece algunos otros detalles: “estos tumores pueden comprimir progresivamente la médula, afectando primero las raíces nerviosas: aparece dolor localizado o irradiado, alteraciones de la sensibilidad y, en fases avanzadas, pérdida de fuerza y problemas de esfínteres o movilidad”.
El diagnóstico requiere una exploración clínica precisa y pruebas de imagen como la resonancia magnética. Hoy se cuenta con recursos avanzados: TAC, arteriografía, electromiografía o monitorización neurofisiológica.
Según el Dr. García de Sola, la cirugía de estos tumores es compleja y exige quirófanos dotados de neuronavegador, neurofisiología intraoperatoria, TAC y microcirugía de columna, como los que existen en nuestro Hospital. “Todo ello permite extirpar el tumor, proteger la médula y conservar la estabilidad de la columna”, concluye.
