¿Eres de las personas que se broncea o de las que se quema? La respuesta a esta pregunta radica en tu melanina (y no solamente en la crema solar). Como sabes, en verano el sol no perdona: picor, manchas en cicatrices, empeoramiento del acné, y pueden crearse quemaduras ante una exposición solar indebida, incluso debajo de la sombrilla.
La Dra. Irene Pinilla, del Servicio de Cirugía Plástica y Medicina Estética del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, da algunas claves sobre la exposición solar y explica las razones por las que algunas personas logran un bronceado dorado, mientras otras únicamente consiguen rojeces y dolor, o por qué incluso a través de un cristal o debajo de una sombrilla el sol puede estar dañando tu piel.
Según la especialista, todo depende del tipo y de la cantidad de melanina, el pigmento que da color a nuestra piel y que actúa como defensa natural frente al sol. «La ‘eumelanina’ (marrón oscura) protege mejor la piel, absorbe más radiación UV y permite broncearse sin quemarse fácilmente; mientras que la ‘feomelanina’ (rojiza-amarilla) protege mucho menos. Las personas con mayor cantidad de este tipo de melanina (como los pelirrojos) suelen quemarse con facilidad y apenas logran broncearse», apunta la Dra. Pinilla.
Además, hay que tener en cuenta factores genéticos, pues cada uno de nosotros responde al sol en función de su fototipo de piel: «Aunque algunas pieles se quemen menos, todas deben protegerse del sol para evitar daño celular, envejecimiento prematuro y riesgo de cáncer de
piel. Los fototipos de piel más clara (I,II) podrían usar la foto protección oral para reforzar esa protección».
A través de un cristal o bajo una sombrilla
La Dra. Pinilla confirma que se pueden producir quemaduras a través de un cristal, o estando en la sombra. De hecho, sostiene que aunque estemos dentro de casa o bajo la sombra, la piel puede seguir recibiendo radiación ultravioleta (UV) que causa daño. «A través del cristal se bloquea casi por completo la radiación UVB (la que provoca quemaduras), pero dejan pasar los rayos UVA, que penetran más profundamente en la piel. Estos rayos son responsables del fotoenvejecimiento (arrugas, manchas) y del daño celular a largo plazo», alerta.
En la sombra, aunque no haya sol directo, la luz se refleja en superficies como la arena, el agua, las paredes o el suelo, alcanzando igualmente la piel: «Esto puede causar quemaduras leves o daño solar acumulativo», remarca.
Por todo ello, la experta recomienda utilizar fotoprotector, incluso si estamos dentro del coche, en interiores con mucha luz natural, o bien al aire libre, aunque nos encontremos en la sombra.
Si quieres leer a la Dra. Pinilla García: https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-
personas-broncean-otras-queman-cosas-no-sabes-exposicion-solar-20250719075953.html