Un nuevo descubrimiento científico puede revolucionar el diagnóstico de la escoliosis idiopática del adolescente (EIA), cuya prevalencia ronda el 2-3%. Se trata de un test de saliva que permite conocer el riesgo de sufrir EIA. Detrás de este avance están varios especialistas españoles, entre los que se encuentran el Dr. Rafael González Díaz, director del Centro Internacional de Cirugía de Columna (CICCO) del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, y la Dra. Rosa M. Egea, integrante de este equipo.

Según explica el Dr. González Díaz, las causas de la EIA no se conocen. «Aunque hay muchos factores, como los hormonales o los genéticos, la causa real se desconoce. Lo que sí que sabemos es que, por ejemplo, si una niña tiene una gemela con esta escoliosis, la posibilidad de que también la tenga ella es altísima».

Este test, basado en el análisis de variantes genéticas de nucleótido único, localizadas en genes asociados al riesgo de aparición de la deformidad, es ya una realidad que ya se está comercializando y que se ofrecerá de modo inminente en el CICCO a las familias que quieran conocer el riesgo de aparición de esta escoliosis en sus hijos.

Los primeros destinatarios de esta prueba, llamada ScoliGen y desarrollada por el laboratorio EpiDisease, serán, según los expertos del CICCO, aquellos núcleos familiares donde al menos un miembro tenga EIA. Si el test resulta positivo, los especialistas realizarían un seguimiento especial del adolescente para proporcionar el tratamiento más adecuado cuanto antes. «La idea es que no se nos escape ninguna escoliosis», apunta la Dra. Egea.

«No es hacer un test a todo el que pase por la calle, sino a aquellos familiares o hermanos de pacientes que tienen esta escoliosis. Es una inquietud que tienen las familias. Ellas saben que tienen una predisposición genética y cuando tienen a una niña que ha sido operada quieren saber qué le va a pasar a su otro niño. Con esto se intenta ayudar a detectar precozmente y eso nos hace estar más atentos al control que tenemos que hacer con esa persona», puntualiza el Dr. González Díaz, jefe del Servicio de Cirugía de Columna del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario y del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús.

Uso de la inteligencia artificial (IA)

Por último, según explica la Dra. Egea, también se ha desarrollado una herramienta basada en IA para ser usada una vez diagnosticada la escoliosis. Así, una vez se determina la existencia de la patología, se explora a los niños, se les hace una radiografía de columna completa, que es donde se valora la curvatura de la deformidad. «Hemos desarrollado una herramienta que, mediante IA, hace automáticamente la medición. Para ello, hemos recopilado más de 500 imágenes que hemos medido tres clínicos diferentes y hemos ido enseñando a la máquina a cómo hacer esa medición», concluye la cirujana de columna.

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