La estimulación cerebral profunda (ECP) es una técnica quirúrgica avanzada, consistente en colocar electrodos a nivel de determinados núcleos cerebrales subcorticales. El electrodo se conecta a una batería-estimulador, quedando todo el sistema a nivel subcutáneo. Esto permite mantener de forma crónica, a lo largo de años, una estimulación continua de dichos núcleos.
La ECP ha resultado de gran valor en el tratamiento de enfermedades como los trastornos del movimiento (enfermedad de Parkinson, temblor, distonía, etc.), así como para el control de determinados tipos de epilepsia grave. Se utiliza también en determinados casos de dolor incoercible y, más recientemente, para ayudar al control de algunos trastornos psicóticos graves.
Su mayor ventaja, frente a las lesiones convencionales de dichos núcleos, es su carácter reversible, ya que no se provoca una lesión-muerte neuronal irreversible.
Si quieres más información sobre la ECP, puedes leer al Dr. Rafael García de Sola, jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, aquí.