Entre un 2 y un 4% de la población, especialmente las mujeres, tienen juanetes (Hallux Valgus), una deformidad muy habitual en los pies, consistente en una subluxación de la articulación del primer dedo que suele ir asociada a una prominencia del metatarsiano. Este trastorno, que aparece generalmente en la adolescencia, va empeorando con el paso de los años hasta convertirse en un problema doloroso en la articulación, además de generar dificultades para calzarse y caminar, deformidad o alteraciones cutáneas.

Aunque lo más común es recurrir a tratamientos conservadores (plantillas, vendajes, fisioterapia…), estos no corrigen el problema, por lo que la solución definitiva pasa por una cirugía mínimamente invasiva que reduce las posibles complicaciones de la cirugía convencional y acorta los procesos de recuperación. 

Como destaca el Dr. Carlos Miranda, traumatólogo y cirujano ortopédico del Hospital Nuestra Señora del Rosario, la solución pasa por una técnica microquirúrgica llamada cirugía percutánea del pie (CPP), que presenta varias ventajas: solo requiere de tres mínimas incisiones, se realiza en  un corto tiempo (15 minutos), el dolor es mínimo y, lo más innovador, no exige reposo absoluto en ningún momento. “El paciente sale del quirófano caminando por su propio pie con vendaje compresivo y con calzado ortopédico, que tendrá que llevar una semana, además de separadores hasta la consolidación de la osteotomía de la falange”. Se puede hacer vida normal muy pronto, si bien la inflamación del pie persiste durante un periodo de tiempo que varía en función de cada persona, pero que se resuelve con el uso de un calzado amplio y cómodo hasta la completa recuperación. 

Los resultados que se obtienen con esta técnica son superiores a los que se logran con la cirugía convencional. Por si fuera poco, el dolor postoperatorio es infinitamente menor y la satisfacción de los pacientes que salen andando de quirófano, mucho mayor”, concluye este especialista.