El Dr. Gerardo Clemente Ricote, jefe de Hepatología y Gastroenterología, explica las consecuencias de su ingesta o inhalación para el organismo

En un amplio artículo publicado por el portal EFE Salud y firmado por la periodista Pilar González Moreno  (lo puedes leer si pinchas aquí) el Dr. Gerardo Clemente Ricote, jefe de Hepatología y Gastroenterología del  Hospital Nuestra Señora del Rosario, explica cómo afectan los microplásticos y nanoplásticos -a los que estamos expuestos en multitud de ocasiones en la vida cotidiana- a nuestro organismo, a nuestra salud.

En el ser humano, si las partículas se ingieren o inhalan, “la localización final puede estar en el pulmón o en el aparato digestivo”, comenta el hepatólogo sobre un tema del que en la actualidad existe poca literatura científica. Concretamente en el intestino, al perder el moco la viscosidad protectora, “las partículas pueden penetrar, pudiéndose acumular en las placas de Peyer, principalmente en el íleon terminal, o en el epitelio de las vellosidades intestinales”. Y si las partículas son captadas por los macrófagos, pueden llegar a los conductos linfáticos y ganglios y, finalmente, y a través de la circulación sistémica, “a otros órganos como la medula ósea, los riñones, el bazo o el hígado”, comenta el Dr. Clemente Ricote a EFE Salud.

Refiere también el doctor Clemente que cuanto más pequeños son los micros o nanoplásticos más tóxicos son para la salud. Y un grave problema está en que no se cuenta con herramientas tecnológicas que disciernan  si la lesión hallada en un órgano humano se debe a los micro o nano plásticos o a otros tóxicos.

Es tal el volumen de plástico que se produce anualmente en el mundo (más de 300 millones de toneladas), que todos estamos expuestos a los mismos y a sus efectos. Lo lógico es pensar que si otros organismos vivos se ven perjudicados, los humanos, que estamos expuestos por varias vías, “también podemos estarlo, y hay que estar atentos a cualquier alteración que pueda surgir a nivel hepático, pulmonar, gástrico… y, a ser  posible, profundizar”.

Apunta el Dr. Clemente Ricote que los polímeros plásticos suelen ser considerados materiales inertes, pero su toxicidad viene determinada por la polimerización, la degradación que han sufrido y por los contaminantes que hayan podido adsorber. Igualmente, estos plásticos pueden tener sustancias químicas endógenas, pueden concentrar metales, hidrocarburos o plaguicidas e, incluso, productos farmacéuticos y de cuidado personal, que se pueden depositar en el agua, los sedimentos e, incluso, en el aire. Los contaminantes absorbidos en el plástico pueden entrar en los organismos por inhalación (la de mayor importancia), vía oral o dérmica.

El artículo, finalmente, refiere la opinión de Naciones Unidas sobre los microplásticos y sus efectos sobre nuestra salud, especialmente por su presencia en mariscos y pescados: https://news.un.org/es/story/2019/07/1460041.