Cada día es más común que decidamos hacernos algún tatuaje, esto es, marcas permanentes creadas por pigmentos que han sido insertados mediante punciones en la capa superficial de la piel. Además de acudir a centros autorizados y que cumplen escrupulosamente las normas sanitarias e higiénicas, debemos tener en cuenta que pueden surgir algunas complicaciones durante el proceso o a posteriori.

Como comenta la Dra. Carmen Iglesias, responsable del Servicio de Cirugía Plástica y Medicina Estética del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, hay que atender a estos posibles inconvenientes:

      • Reacciones alérgicas, especialmente las que producen los colores rojo, verde, amarillo y azul.
      • Infecciones.
      • Problemas de cicatrización, como inflamación o, incluso, queloides o cicatrices cutáneas poco estéticas.
      • Interferencias con las resonancias magnéticas.

¿Cómo cuidar el tatuaje?

Es preciso cuidar el tatuaje durante los primeros 30 días para que los colores no se apaguen y no se emborronen los límites. Al principio, la zona tatuada estará roja e inflamada e, incluso, con costras. Además, podría aparecer un exudado de plasma y tinta en pequeña cantidad. Según detalla la especialista debemos tener en consideración los siguientes consejos:

      • Mantén la piel tratada limpia con agua y jabón común. No uses jabones cáusticos (como el hecho en casa). Evita los chorros de agua directos sobre la piel recién tatuada. Seca mediante toques, sin arrastrar ni frotar. También puedes emplear un limpiador suave. Lávalo 2 veces al día para evitar las costras.
      • Aplica un humectante suave varias veces al día. Una crema cicatrizante será tu mejor aliado. Puedes guardar la crema en la nevera, para que así sea más refrescante.
      • Evita la exposición al sol durante 2-3 semanas. Usa cremas que tengan factor de protección. Los pigmentos no son resistentes a la luz. La radiación rompe el pigmento en partículas pequeñas y esas pueden desaparecer al ser fagocitadas por los glóbulos blancos. Este es el motivo por el que los tatuajes se difuminan con el tiempo. Las quemaduras de repetición son el peor enemigo de los tatuajes.
      • No te sumerjas en piscinas, ríos, lagos o spa hasta que esté curado del todo.
      • Elige ropa que no se pegue o adhiera al tatuaje.
      • Durante el tiempo de curación (unas dos semanas), no quites las costras, pues aumenta el riesgo de infección, provoca daño y causa problemas de cicatrización.
      • No te rasques cuando a la semana empiece la sensación de picor. Para evitarla, hidrata bien la piel.

¿En qué momento deberíamos acudir a consulta médica? Según la Dra. Iglesias si experimentamos un dolor grave, presentamos fiebre o malestar general, notamos que el enrojecimiento se extiende más allá de los bordes u observamos supuración blanca o amarilla.