El Dr. Julián Pérez-Villacastín recuerda que, una vez superado el virus, es frecuente que el corazón lata de una forma diferente
Durante los meses de pandemia los cardiólogos han insistido en la necesidad de que los pacientes con dolencias cardiovasculares extremaran los cuidados y, al mismo tiempo, no dudaran a la hora de acudir a consulta o a urgencias. De hecho, como subraya el Dr. Julián Pérez Villacastín, jefe de la Unidad de Arritmias del Servicio de Cardiología Clínica del Hospital Nuestra Señora del Rosario, “en un gran número de casos este virus afecta, directa o indirectamente, el corazón”.
De hecho, después de haber superado la infección es relativamente frecuente que los pacientes noten que su corazón late de una forma diferente a como lo hacía antes de contraer el coronavirus. “Muchas veces lo hace más rápido que antes, estando en reposo o con mínimos esfuerzos. En otros casos, se pueden percibir latidos en la zona del pecho o en el cuello”, abunda el Dr. Pérez Villacastín, quien advierte de que “lo importante cuando se notan estos síntomas es determinar exactamente a qué corresponden”.
En ese sentido, es de suma importancia acudir al especialista, que dispone de distintas técnicas para diagnosticar cada caso. “Contamos con pruebas muy útiles como el holter, que nos monitoriza el corazón durante al menos un día entero y la prueba de esfuerzo que, como su nombre indica, pone a prueba el corazón”, explica el cardiólogo, quien añade que “con un ecocardiograma conoceremos perfectamente el estado del corazón y si ha sufrido alguna alteración como consecuencia de la infección. Una vez que conocemos cuál es la causa de los síntomas, tendremos la posibilidad de tratar y aconsejar adecuadamente”.
Según el Dr. Pérez Villacastín, la mayoría de los problemas cardiovasculares originados por el coronavirus se solucionan en unas semanas, pero para conseguirlo “es importante detectar los problemas a tiempo y no esperar a que evolucionen”.
Como alertaba recientemente el Dr. Antonio Álvarez-Vieitez, jefe de Cardiología Clínica del Hospital Nuestra Señora del Rosario, “durante los meses de marzo y abril la mortalidad por infartos aumentó un 40% por acudir tarde a urgencias. Es fundamental que continuemos con nuestras rutinas de ponernos en contacto con los servicios sanitariose