El Dr. Javier Alcobe, del equipo EQAL Traumatología, refiere los casos por los que se debe recurrir a los especialistas

Mientras miles de enfermos han sufrido los devastadores efectos de la Covid-19, otros tantos han sufrido también de distinta forma por patologías o dolencias cuya atención habitual no ha podido efectuarse por las particularidades propias del estado de alarma. Con anterioridad a la pandemia, cerca del 50% de las consultas de los hospitales y centros de salud en España correspondían a traumatismos y dolores del aparato locomotor.

“¿Es que acaso estas dolencias han desaparecido de la faz de la tierra?”, se pregunta el Dr. Javier Alcobe, del equipo EQAL Traumatología en el Hospital Nuestra Señora del Rosario. “El confinamiento domiciliario, por un lado, y el cierre de consultas externas y cirugías electivas, de otro, aunado a la demanda de recursos por la pandemia, han enmascarado, en cierta forma, la incidencia de estos motivos de consulta durante la cuarentena, colocando en un cajón de sastre todo lo que no es infección por coronavirus”, responde el traumatólogo.

Actualmente, con el descenso de los casos de Covid-19, se ha iniciado el proceso de desescalada y la ciudadanía ha empezado a salir a la calle con menos restricciones. “En este nuevo escenario es normal que aparezcan dudas sobre el momento o el motivo por los que se debe ir al médico si no se trata de una urgencia”, apunta el Dr. Alcobe, quien aclara que “todas las consultas de Traumatología son necesarias, unas más que otras, por lo que se hace preciso diferenciar y dar prioridad a aquellas que lo merecen”.

Razones para visitar al traumatólogo

Entre los motivos por los que podemos o debemos consultar se encuentran, a juicio del equipo EQAL Traumatología, que dirige el Dr. Fernando Marco, las siguientes:

  • Los traumatismos con dolor intenso que no cede con el reposo o que se asocian a deformidad y limitación de la función de la extremidad deben ser valorados para descartar lesiones como fracturas, roturas tendinosas, de ligamentos, fibras musculares o meniscos. Este tipo de lesiones, si no son diagnosticadas y tratadas de forma temprana, pueden producir patología urgente o secuelas en la función y la movilidad del miembro o la articulación afecta.
  • Dolor dorsal o lumbar de nueva aparición y origen no traumático, de fuerte intensidad en pacientes mayores. Deben ser valorados para descartar fracturas vertebrales osteoporóticas.
  • Dolor articular o de extremidades que no cede con analgesia habitual, de intensidad creciente o asociado a inflamación y aumento de temperatura local o fiebre.
  • Revisiones y posquirúrgicas recientes.
  • Revisiones de fracturas recientemente diagnosticadas o retirada programada de inmovilizaciones, como yesos o férulas.
  • Aparición de tumoraciones en extremidades.
  • Reprogramar fechas de intervenciones electivas que fueron suspendidas tras la declaración del estado de alarma. Está ampliamente descrito en la literatura que varias patologías del aparato locomotor, como las roturas de meniscos, ligamentos o tendones, se benefician del tratamiento precoz.

A medida que disminuyen los casos de Covid-19 en los hospitales, los recursos que anteriormente se destinaban para la atención de los mismos (camas de UVI, quirófanos, personal, etc.) están siendo redirigidos de forma progresiva a sus actividades y usos previos. “En este sentido, la optimización de recursos hospitalarios se puede individualizar y priorizar los casos clínicos para programar su pronta intervención”, concluye el especialista.