Con esta ola de calor, hay que tener mucho cuidado con la exposición al sol. Eritemas, quemaduras y urticarias solares son las lesiones más frecuentes que aparecen cuando se toma el sol en exceso. «La piel no tiene Alzheimer, la piel no olvida y va a recordar siempre las quemaduras que se tienen a lo largo de la vida», explica la Dra. Ana Ávarez-Vieitez, dermatóloga del Hospital Nuestra Señora del Rosario, de Madrid.

Una cosa importante en la que quiere incidir la dermatóloga es en los primeros años de la vida. Durante la infancia y la adolescencia hay que tener mucho cuidado con el exceso de radiación a la que está expuesta la piel, puesto que se va acumulando a lo largo de los años. «Los adolescentes no lo entienden y los padres nos despreocupamos», asegura Álvarez-Vieitez.

No se debe olvidar que el sol no está solo en la playa o en la piscina, está también presente en la calle, en el campo y en todas partes. Por eso, hay que protegerse bien, con las cremas adecuadas y de una forma correcta; administrando la protección 20 minutos antes de la exposición al sol. El exceso de radiación durante toda la vida puede hacer que las células degeneren y se conviertan en cancerígenas.