Al igual que cuando se acercan las vacaciones estivales se comienza a hablar de la “operación bikini”, tras el verano se vierten ríos de tinta sobre ponerse a plan para afrontar los meses de otoño e invierno. A finales de agosto el diario El País publicaba un artículo titulado “El lunes empiezo: por qué hacer dieta tras las vacaciones de verano es una pésima idea”, en la que su autora, Beatriz Robles Martínez, aseguraba que “existen múltiples razones que desaconsejan ponerse a régimen, y aún más en este momento: desde centrar nuestra salud en lo que pesamos y no en lo que comemos y hacemos, hasta el peligro de caer en la meritocracia de los kilos”. A lo largo del texto también se daba a conocer que el mercado de la pérdida de peso supuso más de 132.000 millones de dólares en 2021 y se prevé que no pare de crecer, hasta el punto de que se calcula que lo hará cerca de un 10 % anual hasta 2030.

Una de esas dietas milagrosas tiene que ver con una fruta tropical increíblemente deliciosa y saludable, la piña, aunque no es la única de la que en estos días se habla. Según cuentan en ABC Bienestar (“Los beneficios de la piña y por qué ayuda a hacer la digestión”) se trata de un alimento repleto de nutrientes, antioxidantes y otros compuestos útiles, como enzimas que pueden proteger contra la inflamación, que resultan beneficiosos para la salud. Además, es muy hidratante, contiene muy poquitas kcal y es muy rica en vitaminas (A, C y del grupo B) y minerales (magnesio, zinc y yodo, especialmente).

La dieta de la piña, nada recomendable

Cuando se quiere perder peso de manera rápida, hay quienes recurren a dietas de moda que prometen resultados en tiempo récord utilizando métodos realmente cuestionables, como es el caso de la dieta de la piña, muy baja en calorías, que restringe muchos alimentos saludables e implica seguir reglas estrictas como es la de comer solo esta fruta al día, por la mañana, tarde y noche.

El Dr. Franco Sánchez Franco, jefe del Servicio de Endocrinología, Diabetes y Nutrición del Hospital Nuestra Señora del Rosario, habla claro al respecto: detrás de esta dieta solo hay razones comerciales: «la piña tiene iguales propiedades que otras frutas, pero no efectos sobre la salud, la obesidad o el cáncer».

Este prestigioso especialista también habla del problema consiguiente del rebote o recaída cuando se siguen estos regímenes alimentarios: “Hay cuatro trabajos científicos que demuestran que el rebote puede conducir a cáncer, infarto de miocardio o muerte súbita. Por eso digo que estas evidencias sitúan las dietas milagrosas en una tragedia nacional”.