Con la llegada del verano aparece, más que en ninguna otra época del año, la preocupación por la piel y los efectos que sobre ella pueden tener los rayos UV, dado que la exposición al sol es mayor en el periodo estival. Es el momento, pues, de tomar ciertas medidas para evitar el envejecimiento prematuro.

En una entrevista para el portal Salud a Diario, la Dra. Carmen Iglesias, responsable del Servicio de Cirugía Plástica y Medicina Estética en el Hospital Nuestra Señora del Rosario y jefa de sección de Cirugía Plástica en el Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital Universitario La Paz de Madrid, ofrece algunos consejos para conseguir una piel sana de cara al verano, insiste en la importancia de las cremas solares, a ser posible con protección +50: “La protección solar, usada durante todo el año, no solo en verano, es el aliado más eficaz contra el envejecimiento prematuro y el daño provocado por los rayos UV. La exposición prolongada al sol puede provocar manchas, arrugas prematuras, sequedad y aumentar el riesgo de tumores cutáneos”.

La especialista aconseja igualmente que si no se han hecho cuidados diarios durante el año, es recomendable someterse a tratamientos hidratantes que preparen el rostro para lucir más sano y brillante.

Consejos prácticos

La Dra. Iglesias, sugiere preparar la piel para este verano con tratamientos diseñados concretamente para aportar una hidratación necesaria. Y recuerda lo importante de acometer una limpieza facial profunda para eliminar impurezas y preparar la piel para tratamientos posteriores.

Según apunta, “una opción para lucir un rostro radiante y fresco sería un tratamiento Glow, que combina lo mejor de la tecnología para ofrecer una piel resplandeciente, aportando un brillo duradero sobre una piel hidratada, que luce más sana”. Del mismo modo,  “la hidratación se consigue con el tratamiento HydraFacial, en el que, tras una limpieza profunda, aplicamos los exosomas más adecuados a cada tipo de piel a base de antioxidantes, péptidos, oligoelementos, vitaminas y ácido hialurónico”. A continuación se hace “una terapia fotoinductora, que calmará la piel más irritable y devolverá el brillo. Este tratamiento termina con un suave drenaje linfático facial antiinflamatorio y relajante para que la experiencia sea muy agradable. El resultado final será una piel con un aspecto saludable y rejuvenecido, restaurando su vitalidad y luminosidad”.

La especialista también alude a otro tratamiento de nutrición dérmica con resultados inmediatos como la mesoterapia o también el uso de plasma rico en plaquetas, aptos para hombres y para mujeres, y que no requiere ninguna preparación previa.

Y concluye que una rutina de cuidado de la piel que incorpore renovación, limpieza, hidratación, nutrición y protección solar es crucial para mantener una piel radiante y juvenil. Los tratamientos de rejuvenecimiento facial mínimamente invasivos pueden optimizar estos resultados.

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