El Dr. Prieto Alonso explica por qué sucede, qué señales presenta y cómo se actúa cuando se detecta
¿Qué es el sufrimiento fetal o la pérdida de bienestar fetal? Es una grave complicación que se puede producir al final del embarazo (sufrimiento fetal crónico) o de forma repentina en el parto (sufrimiento fetal agudo), y que puede precipitar una cesárea. Según detalla el Dr. José Luis Prieto Alonso, ginecólogo del Hospital Nuestra Señora del Rosario, “la sospecha de pérdida de bienestar fetal es un concepto obstétrico que se refiere a cambios en la frecuencia cardiaca del feto durante el parto y que pueden ser indicativos de que hay algún problema en su oxigenación”.
En un amplio artículo publicado en Webconsultas. Revista de salud y bienestar y firmado por la periodista Caridad Ruiz se explica que el bebé, mientras se encuentra en el útero, recibe el oxígeno a través de la placenta y el cordón umbilical, a donde llega sangre oxigenada de la madre. “Cuando por diversos motivos no le llega suficiente cantidad de esa sangre repleta de oxígeno (hipoxia) se produce esa pérdida de bienestar fetal y esto puede tener como consecuencia daños irreversibles en su cerebro –como la parálisis cerebral– y en otros órganos (riñones, aparato respiratorio, vías urinarias…), o un crecimiento intrauterino retardado, y, en el peor de los casos, el fallecimiento de la criatura”.
Síntomas del sufrimiento fetal
Aunque la madre no siempre pueda detectar una pérdida de bienestar fetal de su bebé, hay algunos síntomas que pueden dar una pista:
- Si al romper aguas, el líquido amniótico tiene un color oscuro.
- Ausencia de movimiento fetal: el feto deja de moverse durante varias horas.
Cómo se detecta
Gracias a los controles ginecológicos durante el embarazo o en el parto, es posible detectar la pérdida de bienestar fetal, esto es, alteraciones en la frecuencia cardíaca, una reducción del movimiento fetal o la presencia de variaciones en el líquido amniótico. Según comenta el Dr. Prieto Alonso, las pruebas para su detección son la ecografía, la amnioscopia, la monitorización fetal, la medición del pH y la pulsioximetría.
Causas de la pérdida de bienestar fetal
Aunque existen muchos motivos que impiden que el feto tenga una buena oxigenación, los más habituales son, como subraya el ginecólogo y obstetra del Hospital Nuestra Señora del Rosario, problemas en la placenta, problemas circulatorios maternos, anomalías en el cordón umbilical y patologías fetales.
El especialista también alude a la presencia de algunos factores de riesgo en la gestante:
- La madre es menor de 20 años o mayor de 35.
- Si ha tenido otros embarazos en los que el bebé nació prematuro, con bajo peso, con malformaciones, o incluso falleció antes de nacer.
- El parto se prolonga más allá de las 40 semanas de embarazo.
El reportaje alude igualmente a cómo actuarán los profesionales encargados de monitorizar al bebé si detectan una reducción o pérdida de bienestar fetal. Se pregunta si se puede prevenir el sufrimiento fetal: “Cuando ocurre de forma brusca en el parto no es posible prevenir nada, aunque con los controles ecográficos en la gestación sí es posible detectar algunas circunstancias que pueden provocarlo, como las vueltas del cordón umbilical”. Y concluye con una reflexión del Dr. Prieto Alonso: “Más que prevenir, un buen control del embarazo nos ayudará a detectar los problemas que pueden provocar pérdida de bienestar fetal lo antes posible”.
Si quieres leer esta interesante noticia: https://www.webconsultas.com/embarazo/control-prenatal/perdida-de-bienestar-fetal-como-detectarlo