Durante las olas de calor que hemos padecido en las últimas semanas, aunque también desde la llegada de las altas temperaturas, seguramente muchos nos hemos sentido más hinchados, con la sensación de que estábamos reteniendo más líquidos.

Según explica la Dra. Débora Nuevo Ejeda, especialista en Medicina Interna del Hospital Nuestra Señora del Rosario, la retención de líquidos o edema es la acumulación de líquidos en el espacio intersticial, fuera de las células y fuera de los vasos sanguíneos. Según detalla, las mujeres suelen ser las que más padecen esta patología, que aumenta su incidencia en periodo estival.

Principales síntomas

Los principales síntomas son el incremento de peso, el aumento del perímetro abdominal y la hinchazón de las piernas, principalmente de los tobillos, que presentan fóvea: «Si presionamos la zona edematizada con el dedo, cuando lo retiramos queda un hundimiento llamado fóvea que permanece desde segundos hasta minutos”. Además, como señala la Dra. Nuevo, es muy habitual en estas fechas que la acumulación de líquidos en dedos o muñecas provoque que anillos, pulseras o relojes se nos ajusten en exceso.

¿Qué explica la retención de líquidos?

La Dra. Nuevo aclara que las causas de este trastorno pueden ser diferentes y variadas, según cada paciente. Puede deberse a patologías graves, como insuficiencia cardiaca, hepática o renal, a enfermedades vasculares menores, a cambios hormonales o a una alimentación incorrecta.

La especialista también subraya factores como el exceso de sal en la comida o la falta de proteínas, que también produce una extravasación de líquidos desde los vasos al espacio extravascular. “Una dieta excesivamente baja en proteínas puede conllevar un aumento de peso a costa de los edemas en miembros inferiores o incluso de ascitis”, que es la acumulación de líquido abdominal en el peritoneo. Y, por supuesto, incide en la decisiva influencia del sedentarismo, por lo que aconseja el ejercicio físico, que favorece la circulación sanguínea a nivel general y el drenaje linfático y renal del exceso de líquidos.

Recomendaciones para mejorar los síntomas

Apunta la internista del Hospital Nuestra Señora del Rosario que, aunque es necesario investigar las causas particulares, en la mayoría de los casos la situación puede remitir o mejorar solo modificando algunos hábitos de vida menos saludables. De ahí que realice las siguientes recomendaciones:

  • Cuidado de la alimentación. Vigilemos lo que ingerimos y, sobre todo, mucho cuidado con la sal y los productos salados. Por contra, incluyamos en la dieta alimentos de hoja verde, pues contienen otros electrolíticos, como potasio, que favorecen el correcto equilibrio entre el sodio, el agua y los diferentes minerales.
  • Ingesta de agua. No, no es  una contradicción. El agua resulta fundamental para mantener el equilibrio hídrico y osmótico, evitar la extravasación de líquidos y lograr la eliminación de toxinas por el hígado y el riñón, que perpetúan esta retención.
  • Combatir el sedentarismo y promover una vida activa. Hay que evitar pasar mucho tiempo sentados y, al mismo tiempo, mantenernos activos para favorecer la circulación venosa y dificultar la formación de edemas.

La Dra. Nuevo Ejeda también aconseja no automedicarse con diuréticos, ni con medicamentos sin prescripción facultativa, ni de herbolario sin supervisión médica. Y si la situación se prolongara en el tiempo o se agravara, sugiere consultar con un especialista para descartar otras patologías.