¿Tienes dolor y pesadez de piernas? ¿Te duele cuando te las tocan? ¿Adelgazas y esa grasa no se pierde? Esos son los signos típicos de una patología que se conoce como lipedema. “Se trata de un trastorno de un tipo de grasa especial, porque se inflama. Lo padece el 11% de la población femenina. Aparece en la pubertad o, en algunos casos, asociado a cambios hormonales como el embarazo, la menopausia o el estrés”, comenta la Dra. Carmen Iglesias Urraca, responsable del Servicio de Cirugía Plástica y Medicina Estética del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario.

Además de ese dolor o de la pesadez de piernas, los síntomas principales son dolor a la palpación y una deformidad bilateral y simétrica que respeta los pies, lo que confiere una forma muy especial a las piernas. Además, es característico que, al adelgazar, la grasa de cintura para abajo no se pierda. “Esta circunstancia genera ansiedad, depresión y frustración”, subraya la Dra. Iglesias, una de las autoridades más reconocidas en el tratamiento del lipedema a escala mundial, quien apunta también que “algunas mujeres asocian patología funcional digestiva, y algún trastorno endocrinológico”.

Estudio individualizado y liposucción como única solución

La cirujana señala que es sumamente importante el estudio individualizado e integral de cada una de las pacientes por todos los especialistas involucrados en el lipedema: cirujano vascular, endocrinólogo, especialista en nutrición, especialista en digestivo, psicólogo, psiquiatra.

Generar hábitos de vida saludables con una dieta adecuada, practicar ejercicio físico intensivo, usar medias de compresión adecuadas y someterse a tratamientos de fisioterapia pueden conseguir disminuir el dolor y la pesadez con el fin de recuperar la actividad física.

No obstante, puntualiza la Dra. Iglesias, “las liposucciones son la única solución para poder recuperar la forma perdida”. Además, el 99% de las pacientes mejora la clínica tras someterse a este procedimiento, pudiendo, en algunos casos, abandonar el uso de las medias por ausencia completa del dolor. “Los resultados tanto funcionales como estéticos se pueden mantener en el tiempo a expensas de que no exista un incremento ponderal. Y, en ese caso, la forma tras la liposucción se mantiene”, revela la especialista.

Por último, recuerda que la cirugía es segura cuando se lleva a cabo en un entorno hospitalario y por especialistas en cirugía plástica. Consiste en una liposucción 360 grados de piernas, muslos y caderas. “La principal complicación es la flacidez secundaria a una falta de retracción cutánea y la hiperpigmentación de algunas zonas” advierte la Dra. Iglesias, que resalta que “complicaciones como la anemia, la trombosis o la infección deben prevenirse desde antes de la cirugía. Los cuidados postoperatorios reducirán el riesgo de seromas y conseguirán una rápida absorción de los hematomas”.