Según el doctor José Perea García, especialista en Proctología, los casos hereditarios y familiares no alcanzan el 10%
Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer Colorrectal, que se ha celebrado este 31 de marzo, el Dr. José Perea García, especialista en Proctología del Hospital Nuestra Señora del Rosario, subraya dos aspectos relacionados con un tumor que presenta actualmente una alta incidencia: la cada vez mayor aparición precoz en sujetos menores de 50 años y las formas familiares y hereditarias (que no alcanzan el 10% del total).
“Aunque en esta efeméride se habla mayormente de prevención o del cribado que ayuda a diagnosticarlo en fases precoces, incluso sin síntomas, insistiría en un fenómeno cada vez más habitual: su aparición precoz en personas de menos de 50 años”, destaca este experto, quien indica una reducción en su incidencia en edades mayores y un preocupante incremento en las personas más jóvenes. Así, apunta que los datos en Estados Unidos demuestran que mientras que en 2010 el cáncer de colon en jóvenes representaba el 5% del total de los cánceres de este tipo y el de recto un 9% del total de estos cánceres, se calcula que para 2030 los valores crecerán a un 11% y un 22%, respectivamente, siendo el aumento más manifiesto en el rango de edad de menores de 35.
“Estos datos han propiciado una concienciación tal en Estados Unidos, que ya se ha planteado reducir la edad de screening de cáncer colorrectal de los 50 años actuales a los 45, para casos sin otros factores de riesgo, como antecedentes familiares y otros”, continúa el doctor Perea García, quien abunda: “La primera medida ha de llevar a que tanto los pacientes como los profesionales seamos más conscientes de este problema con el objetivo de indicar las pruebas diagnósticas correspondientes en los casos que así proceda”.
Factores hereditarios y familiares
El Dr. Perea García, que dirige varios proyectos internacionales de investigación en cáncer colorrectal, pone también el énfasis en los tipos hereditario y familiar, diferenciando aquellos casos en los que se conocen los genes implicados en su desarrollo, y por tanto, tienen una herencia definida. “En general, estas formas no alcanzan el 10% del total, siendo el más frecuente el síndrome de Lynch. Estas formas hereditarias presentan características particulares, como su aparición a edades precoces o una acumulación importante en la familia en generaciones sucesivas”, explica.
Lo esencial en estos casos es que ante cualquier duda o sospecha se consulte a un especialista o a una unidad especializada, puesto que el seguimiento y el tratamiento han de ser los adecuados para su control. “Una vez que se sospecha la posibilidad del síndrome de cáncer colorrectal hereditario, lo que se ha de transmitir a la persona afectada no es el miedo al diagnóstico, sino la importancia de un seguimiento adecuado que ayuda a prevenir la enfermedad en la mayoría de los casos”, asegura el Dr. Perea García.
Lo importante, concluye, es que “con un seguimiento correcto realizado por especialistas conocedores de los diferentes síndromes o la agregación correspondiente en la familia, el cáncer de colon familiar y hereditario se puede controlar, bien mediante prevención, bien mediante una cirugía curativa”.