Las redes sociales y los ‘selfies’ que se publican en ellas han ido copando cada vez más nuestra vida y nuestro tiempo hasta niveles, en algunos casos  problemáticos, en los que el usuario sufre dependencia de estas herramientas y obsesión por mostrarse o reflejar su vida. Pero este narcisismo no es exclusivo de los adolescentes, como se tiende a pensar, sino que también afecta a los adultos.

Según señala la doctora Aina Castillo, psiquiatra del Hospital Nuestra Señora del Rosario, en Madrid, cada vez hay más personas mayores de 40 años que emplean “de forma desproporcionada o incontrolada” las redes sociales. Por ello, alerta de que todos podemos caer en mayor o menor medida en estos comportamientos descontrolados, pero ¿por qué se producen?.

“Las redes ofrecen la posibilidad de construir una identidad virtual a la carta. Cuando una persona narra su vida minuto a minuto, al fin y al cabo lo que hace es mostrar a los demás lo mejor de ella, enseñando solamente su lado ‘auténtico’ y dejando sus defectos escondidos detrás de la pantalla”, explica la doctora Castillo en un reportaje publicado en la revista ‘Telva’.

A su juicio, detrás de estos comportamientos que empiezan como una diversión gratificante pero que luego adquieren un protagonismo adictivo y desembocan en una necesidad de fabricarse una ‘vida virtual’, hay oculta una “insatisfacción personal”.

Perfiles de los ‘enganchados’ a las redes sociales

“El narcisista posee un yo ‘enamorado’ y engreído de sí mismo que constantemente necesita reafirmarse y destacar ante los demás, pretendiendo influir para dominar y ser valorado”, subraya la doctora Castillo. El perfil de las personas que tienen problemas por abuso de las redes sociales es el de aquellas que poseen una personalidad dependiente, es decir:

    • dificultad para autoabastecerse psicológicamente
    • problemas para configurarse una identidad propia
    • necesidad de apoyo y refuerzo de los demás
    • predisposición a depender de la respuesta de otros, manifestada tanto en el uso como la frecuencia de uso de estos medios y los mensajes que transmite

Las personas con déficit de habilidades sociales son otras candidatas a abusar de las redes sociales y los ‘selfies’, puesto que para ellas estas plataformas suponen “una opción de socializarse con riesgo cero”, según Castillo. “La frontera entre el uso ‘sano’ de las redes sociales y la adicción la marca el efecto que éstas tienen en la vida cotidiana”, afirma.

Síntomas de alerta

El problema con el uso de las redes sociales se presenta cuando:

    • el hecho de ser activo en una o varias redes sociales produce pérdida del control, dependencia y síndrome de abstinencia si no se puede estar conectado
    • si se descuida el trabajo, los estudios o el ocio
    • se produce aislamiento familiar y/o social
    • hay disminución de las horas de sueño
    • se abandona el cuidado personal para ‘conectarse’.

En los casos de adicción a las redes, suele ser necesaria la terapia psicológica. “En ocasiones, puede ser imprescindible la abstinencia total de las redes –algo muy difícil de conseguir en la sociedad actual– para posteriormente ir exponiéndose de forma gradual y controlada a ellas y adoptar las medidas para evitar las recaídas”, aconseja esta psiquiatra del Hospital Nuestra Señora del Rosario.