Aunque pueda creerse que los tratamientos estéticos vaginales son una moda o una frivolidad, nada más lejos de la realidad. Las mujeres que recurren a ellos lo hacen por un defecto que puede esconder un problema funcional o fisiológico detrás que contribuiría a mermar su calidad de vida o su autoestima.

En un artículo de la revista femenina Telva, titulado “Rejuvenecimiento vaginal: ¿es una moda o una ITV necesaria?”, se comenta que los dos principales grupos poblacionales que recurren a aplicaciones de la medicina estética y reparadora íntima o vaginal son las jóvenes con hiperatrofia vaginal y las mujeres maduras menopáusicas.

Según precisa la Dra. Carmen Iglesias, cirujana plástica, estética y reparadora del Hospital Nuestra Señora del Rosario, tres son los grupos de pacientes principales:

  • “Mujeres jóvenes alrededor de los 20-30 años que desean una mejoría estética por labios menores hipertrofiados o asimetrías o alteraciones en la forma de los mismos.
  • Mujeres de alrededor de los 45 años que presentan secuelas pospartos, laxitud vaginal, secuelas de episiotomías, entre otros.
  • Mujeres posmenopáusicas que presentan o bien atrofia vaginal con problemas para la lubrificación a la hora de mantener relaciones sexuales o bien secuelas estéticas secundarias al paso del tiempo, como monte del pubis hipertrófico o atrofia de labios mayores”.

 

Hipertrofia de labios menores

Según esta experta, el principal problema en las pacientes jóvenes es la hipertrofia de los labios menores (exceso de tamaño o laxitud), que se corrige con una nifoplastia de los mismos. Es decir, que más que una mejora estética, detrás existe un problema funcional, que además no solo afecta a la salud fisiológica. Según la redactora del artículo, Loreto Ruiz-Ocaña, este tratamiento es el más solicitado pero también el más complejo, “porque hablamos de una cirugía, aunque se haga con técnicas mínimamente invasivas, que conlleva una recuperación postoperatoria que cuesta imaginar que alguien asuma por un problema estético menor”.

El otro gran grupo de pacientes lo forman las mujeres maduras, quienes refieren problemas asociados a secuelas de la maternidad (incontinencia urinaria o laxitud vaginal), pero también a otros muchos relacionados directamente con la menopausia.

El artículo concluye detallando el síndrome genitourinario y su solución gracias a dos sistemas: la técnica de radiofrecuencia y el láser Co2.

Si quieres leer el artículo entero: https://www.telva.com/bienestar/2022/04/24/6264df2402136e700d8b4664.html