Una de cada tres personas padece el síndrome del ojo seco, un trastorno que se origina por la falta de lágrima o porque la que existe se evapora de forma excesiva y es de mala calidad. «El picor, el escozor o la sensación de arenilla en el ojo son sus principales síntomas, aunque también se puede dar una dificultad para abrir los ojos por las mañanas, fotofobia, una sensación de visión borrosa, fatiga ocular o lagrimeo», ha asegurado al suplemento Bienestar, del diario ABC, el Dr. Ramón Torres Imaz, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Nuestra Señora del Rosario. Añade este especialista que estamos ante el problema ocular más frecuente en consulta.

 

Consejos

El Dr. Torres Imaz señala algunos consejos de fácil cumplimiento que, de seguirse, contribuirán a evitar o, al menos, a aliviar los síntomas de este síndrome:

– Usar gafas de sol, incluso en invierno, contra el viento y el aire frío.

– Parpadear, especialmente delante del ordenador, de la televisión o de las múltiples pantallas con que contamos hoy en día.

– Evitar los aires acondicionados, así como los ambientes secos o con humo y la contaminación.

– Emplear gafas y protección solar de párpados en la montaña.

– Evitar los colirios con corticoides, antibióticos, etc., porque agravan el ojo seco.

– No exceder los tiempos aconsejados de uso de lentes de contacto.

Si quieres leer el artículo de ABC Bienestar, que también aborda el cuidado de los ojos en verano: https://www.abc.es/bienestar/fitness/abci-peor-llevar-unas-gafas-malas-no-usar-nada-202206230229_noticia.html