Las mujeres que han sido madres y las que están en estado de gestación lo saben muy bien: durante el embarazo muchas de ellas han sufrido las famosas náuseas, que en gran parte se dan por las mañanas, aunque como veremos no siempre es así.
En los embarazos normales esta situación se ocasiona por el aumento de volumen circulatorio, por las alteraciones hormonales de la gestación que aumentan la permeabilidad vascular, influenciados por el aumento del volumen abdominal. Este volumen abdominal comprime los vasos sanguíneos abdominales, dificultando la circulación desde los miembros inferiores al corazón, por lo que son mas frecuentes las hinchazones (edemas) en piernas y tobillos, aunque pueden aparecer en otras partes del cuerpo, como las muñecas, cara, párpados, etc. El estrés y el sedentarismo empeoran estos síntomas.
Hay hinchazones en algunas gestantes producidas por enfermedades previas al embarazo, que deben ser imprescindiblemente controladas por el ginecólogo/tocólogo y el especialista correspondiente (diabetes, cardiopatías, hipertensión y alteraciones de la coagulación, entre otras muchas). Estarán incluidas en los embarazos de alto riesgo, pero que con el control apropiado terminaran en un feliz parto.
Los síntomas más frecuentes que ocasiona la retención de líquidos son el aumento excesivo de peso, cansancio, fatiga, y las hinchazones anteriormente citadas. Estos síntomas van aumentando según avanza la gestación, empeoradas con el calor del verano y siendo más incómodos al final del embarazo
Todas estas molestias ocasionadas por la retención de líquidos pueden aliviarse de forma importante siguiendo unos pequeños consejos:
- Usar zapatos cómodos.
- Si la embarazada tiene un trabajo sedentario, levantarse a caminar cada 60-90 minutos.
- Si la circulación de las piernas es deficiente usar medias elásticas de compresión hasta la cintura.
- Dormir preferentemente del lado izquierdo.
- Al tumbarse boca arriba (decúbito supino) colocar un almohadón que eleve los tobillos 15-20 cm. para favorecer el retorno venoso.
- Beber abundante agua (1,5-2 litros/día).
- Hacer ejercicio moderado y si no es posible caminar 45-60 minutos diarios.
- Evitar salsas, comidas saladas y salazones. Disminuir la sal en las comidas.
- Evitar ropa ajustada
- Evitar bebidas efervescentes.
Es muy importante la dieta. Tomar diariamente fruta (2-3 piezas), verduras, legumbres, carnes blancas o con poca grasa, pescado, leche y derivados. (No abusar de quesos grasos Roquefort, etc.).
Pan, arroz, y pastas con moderación.
Embutidos, patés, azucares (refinados), frutos secos ocasionalmente.
El mejor y último consejo es seguir las instrucciones de vuestro ginecólogo/tocólogo y matrona.
Dr. Manuel Prados Alonso
Ginecólogo