Las mujeres que han sido madres y las que están en estado de gestación lo saben muy bien: durante el embarazo muchas de ellas han sufrido las famosas náuseas, que en gran parte se dan por las mañanas, aunque como veremos no siempre es así.

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Las náuseas, junto a los vómitos, son una afectación gastrointestinal muy común que aparece con frecuencia durante el primer mes del embarazo y se extiende hasta las semanas 14 a 22, aunque hay excepciones. Llegan a afectar a entre el 50 y el 90% de las pacientes, siendo “uno de los síntomas que con más frecuencia relatan las mujeres gestantes en el inicio del mismo”, incide la Dra. María del Carmen Herrera, ginecóloga del Hospital Nuestra Señora del Rosario, en Madrid.

Dependiendo de la gravedad de sus síntomas, se clasifican en:

–Primeros tiempos del embarazo: son los correspondientes al estado nauseoso matutino clásico del embarazo y se dan con tanta frecuencia que se pueden considerar un proceso fisiológico. En ocasiones, se producen vómitos no alimenticios.

– Émesis gravídica: son vómitos alimenticios que suelen ser preferentemente matutinos. Éstos aparecen habitualmente durante el primer trimestre y no producen afectación del estado general.

– Hipérmesis gravídica: se producen vómitos incoercibles durante cualquier momento del día, llegando a afectar al estado general de la paciente. De hecho, en muchas ocasiones requieren ingreso hospitalario. “Solo el 2,5 por mil de las gestantes la padecen”, señala la Dra Herrera.

¿Por qué aparecen?

Se desconoce a ciencia cierta su etiología. “Una interesante hipótesis sugiere que las náuseas y vómitos del embarazo son un factor protector. De hecho, se ha comprobado que en pacientes que las padecen existe un menor riesgo de aborto, muerte perinatal o parto pretérmino”, explica la ginecóloga de Nuestra Señora del Rosario.

En cuanto a las causas por las que se producen, se manejan diversas teorías relativas a factores hormonales, gastrointestinales, nutricionales, psicosociales e inmunológicos.

La elevación del estradiol al inicio de la gestación, la alteración de la motilidad gastrointestinal debido a que las hormonas sexuales afectan a los músculos lisos gástricos e intestinales, deficiencias de piridoxina, tiamina y Vitamina K, son algunos de los factores causales que se manejan.

“Para algunos, son los factores psicosociales la causa más importante. Entre ellos destacan la primiparidad (primer embarazo), edad menos de 35 años, rechazo a la gestación, trastornos de conversión, etc.”, apunta la Dra. Herrera.

La exploración clínica “cuidadosa” junto con los datos de laboratorio constituyen la manera más sencilla de llegar a un diagnóstico correcto. “Hay que hacer un diagnóstico diferencial con: causas digestivas, neurológicas y otras causas, como la cetoacidosis diabética o la pielonefritis, por ejemplo”, aconseja la experta.

¿Cómo evitarlas?

Para evitar las náuseas y vómitos leves del embarazo se aconsejan las siguientes medidas generales:

  • Comidas pequeñas y frecuentes
  • Dar preferencia a los alimentos fríos y sólidos
  • Seguir una dieta rica en hidratos de carbono y pobre en grasas
  • Utilizar una condimentación sencilla
  • Desayunar en la cama, esperando al menos 5 minutos antes de levantarse

En otros casos, su médico valorará la necesidad de medicación, terapias alternativas y tratamientos no farmacológicos (acupresión, acupuntura, jengibre, vitamina B6, vitamina B12), apoyo psicológico e incluso el ingreso hospitalario.

Actualmente, debido al conocimiento del manejo de los electrolitos y su equilibrio, los vómitos y náuseas durante el embarazo han dejado de ser una enfermedad fatal siendo su “pronóstico excelente”, concluye la Dra. Herrera.