Por costumbre, por desgana o por prisas, hay quien decide empezar el día sin ingerir el desayuno, considerado por muchos como una comida imprescindible para comenzar la jornada con buen pie. ¿Es bueno saltárselo? ¿Resulta perjudicial el ayuno?

Según comenta el Dr. Franco Sánchez Franco, jefe del Servicio de Endocrinología, Nutrición y Diabetes del Hospital Nuestra Señora del Rosario, no hay base científica para opinar en uno u otro sentido, salvo en lo que se refiere a la población infantil, sobre cuyos efectos sí existen estudios solventes. «Hay múltiples estudios que no son en absoluto coincidentes. Hay varios demostrando que el salto de no desayunar aumenta el riesgo de sobrepeso-obesidad; y otros, en cambio, que el saltarse el desayuno ayuda en el control de peso. No hay datos de influencia en la tensión arterial, ni tampoco en la insulinemia o en resistencia a la insulina, y en la composición corporal», apunta el experto.

Por lo que respecta a la nutrición de los pequeños, asegura que los trabajos de investigación confirman que “el salto de desayuno aumenta el peso en un 94% y puede cambiar también aspectos metabólicos como un peor perfil lipídico, tensión arterial, resistencia a la insulina, y el síndrome metabólico”.

¿Existe un desayuno saludable?

En su opinión deben cumplirse los requisitos generales de nutrición de control de peso y de componentes con efecto positivo en la metabolización corporal: «Debe haber variedad de alimentos, siempre alimentos variados son condición primaria; debe tener contenido en fibra en forma de cereales integrales o de alimentos tomados en grano total, o fruta o alimento lácteo», precisa.

Añade la importancia de tomar alimentos estimulantes de función cognitiva y de ayudantes en el control de peso, como son las infusiones, el café o el té, así como la recomendación de infusión con leche porque garantiza el aporte en una o dos tomas de alimento lácteo, conteniendo calcio, que es un componente alimentario fundamental.

Advierte, eso sí, que el desayuno no debe contener hidratos de carbono refinados: «Esta situación se podría admitir sólo para trabajadores manuales, no para personas de trabajo sedentario. Puede considerarse un error el hecho frecuente de que la gente de vida sedentaria desayune pan refinado, no integral y conteniendo aceite y tomate, por su posible influencia en control de peso».

Concluye que la prioridad serían las frutas masticadas (no zumos), que son alimentos de máxima satisfacción de sabor y variedad, o que los cereales deben ser integrales y consumidos por “personas con mayor gasto calórico como personas jóvenes o deportistas.

Si quieres leer el reportaje completo, con las declaraciones del experto: https://www.elespanol.com/ciencia/nutricion/20220901/saltarse-desayuno-beneficioso-perjudicial-habla-experto/699680440_0.amp.html