Este domingo, 2 de octubre, a las 11 horas, la capilla del Hospital acogerá la Eucaristía que celebraremos en honor a Nuestra Señora del Rosario, que da nombre a nuestra institución, fundada en Madrid el 22 de marzo de 1889 por la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. Se han cumplido ya más de 133 años de entera y comprometida dedicación a los enfermos y a sus seres más cercanos, con un estilo propio de asistencia sanitaria.
Por eso, la Congregación, propietaria del Hospital Nuestra Señora del Rosario, y la dirección del mismo invitan a los profesionales sanitarios, al personal, a los pacientes, a sus familiares y amigos a esta misa que es una invitación para todos a meditar los misterios de Cristo, en compañía de la Virgen María, que estuvo asociada de un modo especialísimo a la Encarnación, la Pasión y la Gloria de la Resurrección del Hijo de Dios.
En realidad, la festividad de la Virgen del Rosario es el 7 de octubre, día en que la Iglesia invita a todos los cristianos a recitar esta oración mariana para dejarse conducir por María hacia su hijo Jesucristo. No olvidemos que, como dice el papa Francisco, el Santo Rosario es un arma que nos protege de los males y de las tentaciones, además de ser “la oración más hermosa que podemos ofrecer a la Virgen María”.
Un llamamiento del pontífice a que, por intercesión de Nuestra Señora del Rosario, pidamos “la gracia de ser hombres y mujeres íntegros y dignos de fe, para que, en la oración, el Señor nos una a cada uno en su vida y nos dé paz y serenidad”, al tiempo que nos ayude a superar las divisiones, las discordias y los males en nuestros corazones, en las relaciones familiares y entre los pueblos.
En un día tan señalado, desde el Hospital te animamos a rezar esta sencilla oración a la Virgen:
Me pongo bajo tu amparo, Santa Madre de Dios y Madre mía.
Sabes que estoy desconcertado por eta enfermedad.
Te pido des
Sabiduría a los médicos
Buen tino a los cirujanos
Cariño a las enfermeras
Empatía al personal de planta
Cercanía a los agentes de pastoral
Consuelo a mi familia
Y a mí la salud conveniente para poder seguir alabándote