En general, a pesar de los muchísimos consejos (y no pocos beneficios) de los profesionales, no acostumbramos a actuar de forma preventiva con nuestra salud. Solo acudimos a un especialista cuando experimentamos algún síntoma o dolencia. Lo mismo sucede en el caso de los fisioterapeutas, a los que consultamos cuando tenemos un dolor físico o sufrimos una lesión con el fin de que nos alivien o hagan desaparecer las molestias.
Sin embargo, según explica Juan José Carbajo Pinal, jefe de Fisioterapia y Rehabilitación del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, en un artículo publicado en el suplemento Bienestar del diario ABC, son muchas las ventajas de practicar la fisioterapia preventiva. Esto es, acudir al fisio aunque no nos duela nada.
En opinión de este especialista, en la actualidad tenemos una esperanza de vida mucho más alta que nuestros ascendientes, por lo que el desgaste de nuestros cuerpos es mayor. “Debemos poner el foco en la necesidad de tener una mejor calidad de vida, lo que nos lleva a incluir una serie de beneficios que podría aportar un fisioterapeuta”, señala, para detallar a continuación:
– Prevención de lesiones.
– Mejora de la movilidad y funcionalidad.
– Mejora del rendimiento deportivo.
– Aumento de la elasticidad.
Juan José Carbajo sugiere, aunque será la necesidad del paciente la que determine la frecuencia, una visita semanal al fisioterapeuta, pues los beneficios serían múltiples:
- Identificación precoz de un problema. Mediante la evaluación de la postura, la movilidad, la fuerza y la flexibilidad se detectan de forma temprana muchas patologías o lesiones músculo esqueléticas.
- Prevención de lesiones. Al asesorar sobre las descompensaciones que se puedan percibir, se propicia que se ejecute una serie de ejercicios que ayudarán al restablecimiento de unas condiciones corporales equilibradas.
- Educación sobre el autocuidado. «Es importante enseñar al paciente cómo cuidar su cuerpo, utilizando consejos posturales, ergonomía y ejercicios que se pueden realizar de forma personalizada », asegura Carbajo.
- Mejora de rendimiento. Acometer una serie de ejercicios pautados ayudará a potenciar el área corporal específica para un fin concreto.
- Calidad de vida. La fisioterapia preventiva puede contribuir a mantener una buena calidad de vida a medida que se envejece, al prevenir o retrasar la aparición de patologías crónicas y, al mismo tiempo, mantener una buena movilidad y funcionalidad.
- Reducción de costos a largo plazo. Prevenir lesiones y problemas de salud músculo esqueléticos gracias a la fisioterapia ahorraría dinero y malas experiencias a largo plazo.
- Bienestar general. “La fisioterapia no solo se centra en la prevención de problemas físicos, sino que también puede contribuir al bienestar emocional y mental al mejorar la movilidad y la comodidad en la vida diaria”, concluye el jefe de Fisioterapia y Rehabilitación del Hospital.