La salud de nuestros pies es fundamental. De ahí que los especialistas recomienden el uso de un calzado adecuado que impida la aparición de efectos negativos sobre nuestros propios pies, pero también sobre las piernas o la espalda. En los últimos tiempos se viene hablando de un dispositivo, los separadores de dedos, y de su relación con problemas como los juanetes, los dedos en garra, el neuroma de Morton y otras muchas patologías que suelen deberse al mal alineamiento de los dedos.

Dos expertos del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, Juan José Carbajo, responsable del Servicio de Fisioterapia y Rehabilitación, y el Dr. Javier Tejada, del equipo EQAL Traumatología, han opinado en el suplemento Bienestar, del diario ABC, sobre esta herramienta basada en la biomecánica del pie.

Utilidad de los separadores

El separador o corrector de dedos, que puede estar hecho con materiales como silicona, foam o tela, aumenta el espacio entre los mismos. Según Juan José Carbajo se trata de una herramienta más, “nunca se debe usar como único tratamiento” y su resultado a corto plazo es inapreciable. Según expresa, está contraindicada en patología vascular o diabetes: “La forma correcta de utilizar los separadores de dedos sería de forma progresiva, marcándose objetivos pequeños del entorno a una hora diaria y aumenta una hora por semana, a ser posible llevando los pies descalzos de forma inicial o con calzado amplio y cómodo. Lo más importante sería la combinación con otras terapias o ejercicios”.

Por su parte, el Dr. Tejada, que recomienda utilizarlo en casa, descalzos y al menos durante diez minutos al día, aunque también se puede con calzados del tipo barefoot o de horma ancha, apunta que el separador igualmente contribuye a la disminución de hiperqueratosis o de callosidades y al alivio de los dedos en martillo.

Cómo usar el separador de los dedos

Opina Carbajo que, en la mayoría de los casos, no resultan eficaces, sobre todo porque no se usan con la constancia necesaria: “Para que unos correctores fueran eficaces en el alineamiento de los dedos, debería de existir un uso continuado de, al menos, seis meses. La incomodidad y el calzado que usualmente utilizamos lo hacen bastante complicado”.

A pesar de sus beneficios, no hay que olvidar que no son la solución a todos los problemas del antepié. Y, además, siempre resulta conveniente consultar con los especialistas antes de emplearlo.