Hasta el 10% de todos los nacimientos que se producen en España son prematuros, es decir, hablamos de bebés que nacen antes de las 37 semanas de gestación. Esta cifra, lejos de descender, ha ido aumentando de un modo llamativo en los últimos tiempos y no solo en nuestro país, sino también a escala mundial. En otros países, el porcentaje de prematuridad llega al 18%, mientras que África y Asia meridional registran hasta el 60% de los niños prematuros del mundo.
Como explican desde la Unidad de Neonatología del Hospital Nuestra Señora del Rosario, una de las más avanzadas y modernas de la sanidad privada madrileña, son numerosos los factores que influyen en la prematuridad. Entre los más importantes sobresalen el estrés laboral, el retraso en la edad de la maternidad, las técnicas de reproducción asistida (y con ello las gestaciones múltiples) y otras enfermedades maternas concomitantes.
Avances en neonatología
Al tiempo que se ha incrementado el número de nacimientos prematuros, se han producido relevantes avances en el campo de la neonatología, que han permitido aumentar la supervivencia de los recién nacidos. Si hace 30 años un prematuro de 27 semanas de gestación o con un peso inferior a 1000 g no tenía casi ninguna esperanza de vida, en la actualidad los medios materiales y humanos de los que se dispone contribuyen a una supervivencia en prematuros de hasta 24 semanas de gestación.
No obstante, la prematuridad sigue siendo la primera causa de morbimortalidad en menores de 5 años, además de provocar un impacto elevado en la sanidad y la sociedad. Pero no se trata solo del coste económico, sino principalmente del coste emocional, familiar y social que se origina con la llegada de un niño prematuro a una familia. Y ello porque una vez que estos pequeños dejan el hospital y se van de alta a su hogar, requieren de sesiones de rehabilitación, consultas con numerosos especialistas, posibles cirugías o interminables días de hospitalización.
Prevención primaria
Según explican en la UCI de Neonatología del Hospital Nuestra Señora del Rosario, que coordina el Dr. Krzysztof Kuder, para conseguir una mejora en la calidad de vida y en el aumento de la supervivencia de estos pequeños luchadores es muy importante una prevención primaria, es decir, un trabajo coordinado con los obstetras, un mayor cuidado durante el embarazo, un mayor asesoramiento preparto, etc.
“La prevención de las complicaciones y de las muertes debidas al parto prematuro comienza con un embarazo saludable. La atención de calidad antes del embarazo, durante el mismo y entre estos garantiza que la gestación sea una experiencia positiva para todas las mujeres”, abundan los especialistas, quienes abren las puertas a la esperanza de los padres de niños nacidos antes de tiempo: más del 75% de los bebés prematuros puede salvarse con una atención sencilla y eficaz, consistente, por ejemplo, en ofrecer una serie de servicios sanitarios esenciales durante el parto y el periodo posnatal inmediato para las madres y los lactantes.
Por eso los neonatólogos, junto con otros profesionales sanitarios, aúnan esfuerzos para tratar de incrementar la tasa de supervivencia, especialmente en grandes prematuros, y, al mismo tiempo, reducir el número de secuelas que puedan presentar a corto y a largo plazos.