En su número de noviembre, el periódico DSalamanca incluye una entrevista con la Hermana Pilar Samanes Ara, de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana y directora titular del Hospital Nuestra Señora del Rosario.
En ella, recuerda la trayectoria y los principios que inspiran el día a día de la Congregación, la historia del hospital, la actividad solidaria de las Hermanas o la relación del centro con el barrio de Salamanca.
El texto íntegro de la misma es el siguiente:
Pilar Samanes Ara es hermana de la Caridad de Santa Ana, recién llegada al Hospital Nuestra Señora del Rosario como directora titular, para seguir apoyando la tarea de tantas personas que, vocacionalmente, se dejan su vida por los pacientes que llegan a este centro sanitario.
En sus propias palabras, ¿quién es la hermana Pilar Samanes?
Soy una mujer creyente, identificada con mi vocación de hermana de la Caridad de Santa Ana, feliz y dispuesta a seguir recibiendo y aportando en este trocito de mundo que se me regala para vivir. Soy luchadora y algo inconformista. Sanitaria de profesión, quiero comprometerme con el futuro del hospital, como posibilidad de estar de una manera diferente en el mundo de la enfermedad y del cuidado de la salud.
¿Cuál ha sido la trayectoria de su congregación?
Tenemos una historia de más de 200 años. Nació en Zaragoza, un 28 de diciembre de 1804, cuando un grupo de jóvenes salió de Cataluña para transformar la caótica situación de un hospital en decadencia. Ya en los inicios de su andadura, en plena Guerra de la Independencia, lucharon hasta límites insospechados por quienes más lo necesitaban, arriesgando sus vidas, su alimento y su salud. Mujeres fuertes, adelantadas a su tiempo. Nuestra presencia comunitaria en el mundo se desarrolla hoy en los campos de la salud, la educación y la acción social, principalmente con personas desfavorecidas.
¿Qué motivó la creación del Hospital Nuestra Señora del Rosario?
Nuestros inicios en Madrid datan de 1880, cuando llegamos para atender, en colaboración con la Orden de los Caballeros Hospitalarios, consultas gratuitas a personas con escasos recursos. En 1889 se inaugura el Hospital Nuestra Señora del Rosario, entonces llamado Casa de Salud y de Convalecientes, y en 1958 se crea la maternidad, que es referente en Madrid.
¿Qué principios inspiran a las Hermanas en su labor del cuidado de los enfermos?
El valor de la centralidad de la persona, con especial atención a los más desfavorecidos, en cualquiera de sus dimensiones: social, física, económica, psicológica, afectiva, espiritual… “incluso con el riesgo de su propia vida”. Desde el principio nuestro lema ha sido “con todo cuidado, con todo detalle, con todo amor”.
¿Y cuál ha sido el mayor reto que han enfrentado?
Resaltaría dos, uno muy reciente y otro más antiguo. El más actual es, evidentemente, la pandemia de COVID-19. Fue una prueba para conocer si lo que nos había llevado a dedicarnos a la profesión sanitaria era realmente vocación incondicional de servicio al enfermo o existían otras razones. Las circunstancias nos demandaron toda la energía física para no desfallecer en el esfuerzo y puso a flor de piel nuestra empatía con el paciente que estaba sufriendo una situación de incertidumbre, angustia y miedo a lo desconocido. Enfrentarnos a la muerte, al dolor, al sinsentido, tratando de ser alivio y fortaleza para los afectados y sus familias, nos hizo crecer como personas y como equipo.
El segundo sucedió el 26 de abril de 1986 con un atentado terrorista en Juan Bravo, esquina con Príncipe de Vergara, a un vehículo de la Guardia Civil. Perecieron 5 agentes y 4 resultaron heridos graves. Este acto afectó al edificio de la maternidad y ocasionó importantes destrozos en paritorios, quirófanos, habitaciones y azoteas. Los daños económicos fueron de gran envergadura, pero, a pesar de las dificultades, la congregación acometió la inversión para sacar adelante el hospital.
¿Qué es lo que más motiva a usted y a las Hermanas de la Caridad de Santa Ana?
Como congregación, hemos estado siempre muy atentas a las nuevas urgencias de la sociedad, allí donde estamos. Actualmente trabajamos en 30 países, incluido España, con actividades muy diversas y un lenguaje común: la hospitalidad, que configura nuestro ser y estar en el mundo. En esta acción es fundamental nuestra Fundación Juan Bonal, que canaliza los recursos hacia aquellos lugares donde se requieren.
Háblenos de sus proyectos a futuro, u otros retos en los que participan actualmente.
El momento de la sanidad privada en España pasa por una continua actualización y modernización tecnológica para prestar el mejor servicio, y en ello estamos implicadas. Pero fundamentalmente nuestro ser y estar como congregación está centrado en una atención integral a la persona. La cultura del cuidado es el apellido que heredamos de las primeras hermanas e intentamos actualizar permanentemente.
El hospital es muy querido por los vecinos del Distrito Salamanca, muchos de ellos han nacido en él…
Nuestros pacientes proceden mayormente de Madrid, y en especial del querido Barrio Salamanca, al que nos sentimos tan unidas. Existe una verdadera tradición familiar de utilización del hospital que pasa de abuelos a padres y a nietos. Y no olvidemos que cada año nacen aquí unos 1.000 bebés que, de una u otra manera, establecen una vinculación con el barrio y el hospital.