El Dr. Álvarez-Vieitez, jefe de Cardiología, señala los síntomas que avisan con semanas de antelación

Cada año, fallecen en España por infarto agudo de miocardio unas 15.000 personas, lo que lo convierte en una de las principales causas de muerte en nuestro país. ¿Es posible reconocer un ataque al corazón antes de que se produzca, salvando de este modo vidas y evitando secuelas? Al parecer, en muchas ocasiones es posible detectar sus síntomas con semanas de antelación.

Según afirma el Dr. Antonio Álvarez-Viéitez, jefe del Servicio de Cardiología Clínica del Hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid, estos síntomas que nos anuncian tiempo antes ese infarto son opresión en el pecho, dificultad para respirar, debilidad extrema, mareos o desmayos y cambios en la voz

Opresión en el pecho

Es, por así decirlo, el síntoma por excelencia. De hecho, dos de cada tres personas que han sufrido un ataque al corazón han notado una opresión en el pecho unos días y hasta unas semanas antes de que se produjera. Se trata de un dolor que viene y va, que se concentra en el pecho y que suele durar unos minutos antes de su desaparición. Mayormente irradia hacía otras zonas del cuerpo, como la mandíbula, el brazo izquierdo, el cuello o los hombros.

Dificultad para respirar

Las personas pueden presentar una sensación de ahogo, que se acompañaría de palpitaciones (conocidas como cambios en el ritmo cardiaco), fatiga y tos. Este síntoma es más frecuente en mujeres.

Debilidad extrema

Más de la mitad de quienes sufren un infarto notan en días o semanas previos un gran cansancio muscular, parecido al que se tiene cuando se pasa un catarro. De hecho, algunos estudios revelan que existe una relación directa entre dolencias respiratorias comunes (gripe o neumonía) y los accidentes cardiovasculares. Así los enfermos de gripe tendrían seis veces más riesgo de sufrir un infarto de miocardio en los siete días siguientes, sobre todo si tienen otros factores de riesgo como diabetes, colesterol alto, presión alta, sobrepeso o tabaquismo.

  1. Mareos o desmayos

El Dr. Álvarez-Vieitez subraya que los mareos, el aturdimiento, la visión borrosa o la falta de equilibrio se originan porque el corazón se debilita al no bombear suficiente sangre al cerebro.

Cambios en la voz

Por último, este especialista recuerda que, en ocasiones, la voz se vuelve ronca sin una razón aparente. De ahí que recomiende ir al médico porque muchas veces este hecho puede estar vinculado con una insuficiencia congestiva que viene dada por una insuficiencia cardíaca.