19 de octubre de 2021: Día Mundial Contra el Cáncer de Mama

Aunque la mayoría de los datos relativos al cáncer de mama son suficientemente conocidos, se hace preciso insistir en ellos, pues en España sigue siendo el más frecuente en la mujer y una de las principales causas de mortalidad, además de que su incidencia continúa en aumento. De hecho, en nuestro país se diagnostican anualmente más de 30.000 nuevos casos. O, dicho de otro modo, una de cada ocho mujeres padecerá este tipo de tumor a lo largo de su vida. Suele aparecer entre los 35 y los 80 años, siendo el intervalo de edad más frecuente aquel entre los 45 y los 65.

Con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, que se conmemora este 19 de octubre, la Dra. Myriam Montes, jefa del Servicio de Mamografía del Hospital Nuestra Señora del Rosario, insiste en la trascendencia de la prevención y el diagnóstico precoz, que contribuyen a que la supervivencia sea cada vez más alta (hasta un 80%). “La mortalidad por este cáncer puede disminuir hasta un 30% si se detecta precozmente mediante una revisión mamográfica, que es un método muy eficaz para el diagnóstico temprano”, señala la especialista. Además, abunda, “el beneficio no solo redunda en la disminución de la mortalidad, sino también en los tratamientos necesarios que, con toda seguridad, serán menos agresivos”.

¿Son iguales todas las mamografías?

En los últimos años, la técnica mamográfica evolucionado de un modo notable. Los mamógrafos más modernos no solo permiten un diagnóstico más precoz, sino que también son capaces de ofrecer una imagen de gran definición con menos dosis de radiación. “De hecho, utilizan muy poquita dosis, más o menos la equivalente a la radiación cósmica que se recibiría en un vuelo transatlántico”, comenta la Dra. Montes.

Origen multifactorial

El cáncer de mama tiene un origen multifactorial, por lo que es importante evitar ciertos factores de riesgo que se pueden modificar como el consumo de tabaco o alcohol, el sedentarismo y la obesidad. Sin embargo, existen otros factores que no son modificables, como el sexo, la edad o el componente genético. “Por tanto, es necesario promover hábitos de vida saludables y, al mismo tiempo, incidir en la importancia del diagnóstico precoz”, concluye.