La enucleación prostática con láser de holmio (HoLEP) es una cirugía mínimamente invasiva que en la actualidad está reconocida como la técnica de referencia para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata (HBP), hasta el punto de que es la recomendada por las principales guías urológicas internacionales.

Debido a sus elevados requerimientos tecnológicos y su gran complejidad técnica, solo se realiza en centros altamente especializados, entre los que se encuentra el Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario. El Dr. José Ramón Pérez-Carral, urólogo del centro, es un consumado especialista en esta técnica y uno de los referentes internacionales de la misma en nuestro país. De hecho, se dedica casi en exclusiva a esta cirugía desde 2011, habiendo efectuado hasta la fecha más de 3.500 intervenciones de este tipo.

En un artículo publicado en el periódico DSalamanca de diciembre de 2023, este experto explica en qué consiste la enucleación prostática con láser de holmio. Según detalla, “una de las grandes ventajas de este procedimiento quirúrgico es que puede usarse en cualquier escenario de la HBP, debido a que es el único capaz de operar cualquier tamaño prostático con seguridad y eficacia. El láser de holmio corta de forma muy precisa, retirando la totalidad del tejido interno glandular que provoca la enfermedad y logrando así una curación completa y definitiva del paciente”.

Explica igualmente que “la razón de que coexistan varias técnicas quirúrgicas desde hace décadas es que ninguna por sí sola ha podido tratar a todos los pacientes que sufren esta patología, sobre todo en lo que se refiere a las próstatas grandes, por encima de los 50 cc o con litiasis vesicales”.

Sin incisiones

Al llevarse a cabo a través de la uretra, no es necesario realizar incisiones en la piel del paciente. Tras el procedimiento, se posiciona una sonda vesical para realizar un lavado continuo de la zona y evitar el sangrado postoperatorio y las infecciones. Esa sonda se retira a las 12 horas de la cirugía y el paciente puede abandonar el hospital en menos de 24 horas.

Las ventajas son múltiples, comenta el Dr. Pérez-Carral: “La pérdida de sangre es mínima y los efectos secundarios casi inexistentes, por lo que la recuperación es muy rápida y el paciente puede reincorporarse a su vida normal en pocos días. La experiencia del cirujano es crucial, ya que reduce al máximo cualquier posible complicación quirúrgica como hemorragias graves o incontinencia permanente”.

Y concluye: “Con la llegada del HoLEP en manos expertas se integra la comodidad del abordaje transuretral, la eficacia de las mejores cirugías tradicionales y la seguridad de la tecnología láser para cualquier paciente de HBP. Todo ello con una curación definitiva y un pleno retorno a la calidad de vida miccional de la juventud”.