El número de noviembre del periódico DSalamanca incluye una columna de la Dra. Rosa María Egea-Gámez, especialista del Centro Internacional de Cirugía de Columna (CICCO) del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, que dirige el Dr. Rafael González Díaz, sobre una de las intervenciones quirúrgicas que con más frecuencia efectúa, la de la deformidad, entre la que la escoliosis idiopática del adolescente es una de las más prevalentes.
Según explica, “la escoliosis idiopática del adolescente es una deformidad del raquis en la que se observa una curva de más de 10 grados en la columna vista de frente, acompañada de rotación de los cuerpos vertebrales, lo que provoca una alteración en la estética de los pacientes. Dicha deformidad suele aparecer justo en el pico de crecimiento de la adolescencia y su causa es desconocida y de ahí su carácter idiopático”.
Y continúa la cirujana, integrante también del equipo de Cirugía de Columna del Hospital Universitario Infantil Niño Jesús de Madrid:
“Clínicamente estos niños pueden presentar asimetrías en las escápulas, en la cintura, así como “gibas torácicas y lumbares” cuando les pedimos que flexionen la columna hacia anterior en el conocido como Test de Adams.
Para su diagnóstico solicitaremos una radiografía de columna completa, en la que se podrá cuantificar, a través de medición, las curvas que presenta y valorar la madurez esquelética mediante la Escala de Risser.
Su tratamiento depende de la magnitud de la curva y de la madurez esquelética del paciente. En casos de curvas leves o con madurez esquelética, se realizará un seguimiento mediante exploración y/o radiografía simple. En aquellos casos en los que tengamos curvas mayores de 25 grados y pacientes esqueléticamente inmaduros, se comenzará tratamiento con corsé para intentar evitar la progresión de la curva. Y, finalmente, en las curvas de magnitud importante, mayores de 45-50 grados, se indicará la cirugía. En nuestro centro hacemos la cirugía con las técnicas más avanzadas en función de cada caso.
La cirugía de deformidad de la escoliosis corrige la misma mediante técnicas de desrotación y corrección, para de esta manera conseguir una columna equilibrada y evitar que nuestro paciente tenga problemas en el futuro. Dicha intervención se lleva a cabo bajo control estrecho de la respuesta motora, así como asistida con navegación intraoperatoria, para de esta manera asistir a los cirujanos y conseguir el mejor resultado. Tras la cirugía y la recuperación postoperatoria inicial, el adolescente volverá a sus actividades diarias habituales, incluida la práctica de todo tipo de deportes”.
Y concluye: “Nuestro objetivo es el bienestar y la felicidad de nuestros pacientes”.