Nuestro mayor aliado frente al fotoenvejecimiento, la aparición de manchas, la pérdida de elasticidad de la piel y la formación de arrugas y, por supuesto, frente al temido desarrollo de lesiones malignas en la piel es la fotoprotección. La protección solar no tiene una época para ser utilizada, ya que debe extenderse a los 365 días del año desde que nacemos.

Así lo explica una de nuestras dermatólogas, la Dra. Álvarez-Viéitez, en un interesantísimo artículo publicado en el periódico mensual DSalamanca, en el que también nos recuerda que si utilizamos una fotoprotección adecuada a nuestra edad, al tipo de piel, a la exposición solar y a la época del año en que nos encontremos, tendremos menos posibilidades de un fotoenvejecimiento prematuro y, muy importante, de padecer algún tipo de cáncer de piel, algo nada deseable.

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