El verano es la época del año en la que se producen más intoxicaciones debidas a causas alimentarias.
Una de las principales es que al comer más veces fuera de casa y a altas temperaturas, los alimentos pueden degradarse al no poder ser conservados correctamente.
Otra causa muy importante es que el calor es el caldo de cultivo perfecto para que bacterias presentes en el ambiente crezcan más rápidamente e infecten los alimentos que posteriormente vayamos a ingerir. Es el caso de la salmonela, la E. Coli, la Listeria e, incluso, el anisakis.
La internista del hospital, la Dra. Belén Soto, ofrece unas recomendaciones para tratar de evitarlas en el siguiente artículo.