La Dra. Ana Álvarez-Vieitez, dermatóloga del Hospital, explica cómo se produce la leuconiquia parcial
¿Cuántas veces hemos oído que las pequeñas manchas blancas que ocasionalmente aparecen en nuestras uñas son debidas a la falta de calcio o a una mala alimentación? La Dra. Ana Álvarez-Vieitez, jefa de Servicio de Dermatología del Hospital Nuestra Señora del Rosario, explica por qué se produce este fenómeno, conocido como leuconiquia o síndrome de la uña blanca. Lo ha hecho en una entrevista para el suplemento Bienestar, del diario ABC, titulado “Las manchas blancas de las uñas no salen por falta de calcio sino por otra cosa”.
Según comenta la especialista, “las uñas son láminas translúcidas formadas por queratina, que es una proteína y principal componente del pelo y de las uñas, y tienen normalmente un color sonrosado al transparentar los vasos del lecho ungueal”. Su función es proteger los tejidos de las manos y los pies, aunque puede producirse una modificación en su coloración, tanto blanca, como marrón, amarilla o negra.
La alteración del color de la uña a blanco, que es la leuconiquia, puede ser total o parcial, que es cuando observamos pequeñas rayas transversales, punteados blancos. Como apunta la dermatóloga, “se producen esas manchas tan características por una alteración de la fusión de la uña y de la capa subyacente; son como pequeñas burbujas de aire que se perciben blancas por efecto de la luz y que se refleja de forma diferente al resto de la uña”.
Causas de la leuconiquia parcial
Aunque se asegure que aparece por falta de calcio o por un déficit vitamínico, hay muchas causas que pueden generar manchas blancas en las uñas, pero lo más común, lo más frecuente es su aparición por pequeños traumatismos en la parte más próxima a las uñas, ocasionados por manicuras agresivas o excesivas o por el hecho de mordérnoslas. “Además de eso, también pueden deformarse por distintas causas: enfermedades cutáneas o sistémicas, infecciones, tratamientos por antibióticos o quimioterapia, por microagresiones o traumatismos”, resume la Dra. Álvarez-Vieitez.
¿Cómo se trata?
La mejor cura, asegura la dermatóloga, es el tiempo: “Su tratamiento es más que nada la espera, pues desaparece sola cuando crece la uña. De todos modos, cuando te das cuenta de su aparición, ya ha pasado un tiempo desde el microtraumatismo que la ha causado”. Eso sí, el mejor tratamiento es la prevención: “Es primordial no provocar microtraumatismos como mordérnoslas, morder los pellejos, tocarnos esa zona, etc.”.
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