¿Hay alguna razón por la que, en ocasiones, nos despertemos con la cara hinchada? ¿Está motivado por las horas durmiendo o por una postura concreta? ¿Puede haber algo más si se repite a diario?
El suplemento Bienestar, del diario ABC, ha reunido a las doctoras Carmen Iglesias, jefa del Servicio de Cirugía Plastica y Medicina Estética del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, e Irene Pinilla, médica estética del mismo, para que detallen los motivos de este fenómeno y qué hacer cuando nos ocurre.
Es verdad que todo puede deberse a problemas circulatorios, enfermedades digestivas, endocrinológicas y cardíacas o bien a otras específicas de los ojos, como las conjuntivitis. Pero, como apuntan las doctoras Iglesias y Pinilla, las razones más habituales del edema facial son las siguientes:
– Falta de sueño o mala calidad del mismo.
– Consumo de alcohol, que contribuye a la retención de líquidos, al tiempo que deteriora la calidad del sueño.
– Mala alimentación con productos procesados, poca cantidad de vegetales y frutas y escasas proteínas. Los estimulantes y picantes son también alimentos que ocasionan inflamación.
– Consumo insuficiente de agua.
– Exceso de sal, que provoca retención de líquidos, al tiempo que reduce la ingesta total de líquidos del cuerpo y conduce a la deshidratación.
– Cambios hormonales en la mujer que incrementan la retención de líquidos en la segunda fase del ciclo o en el embarazo.
– Envejecimiento, que condiciona un colágeno menos rígido y favorece el acúmulo de líquido extracelular.
– El uso de pantallas (televisión, tabletas, móviles…), que ocasionan sequedad y fatiga ocular, lo que hace que se parpadee menos, además de que la luz de los dispositivos hace que se produzca menos melatonina y se altere el sueño.
Cómo evitar la cara hinchada
Para muchas personas, despertarse con la cara hinchada es fruto de la retención normal de líquidos durante las horas de descanso y es más notorio si se duerme muy poco o demasiado. Eso sí, a medida que comienza la mañana y se pasa tiempo erguido, estos líquidos tienden a desaparecer.
Las expertas del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario apuntan que, para evitar tener la cara hinchada al despertar, lo primero que hay que hacer es desarrollar unos hábitos de vida saludables:
1. Comer de manera sana y equilibrada. Evitar las comidas saladas y los procesados, así como los alimentos picantes y las bebidas alcohólicas y con gases. Beber abundantes agua.
2. Mantener una buena higiene facial. Es decir, nada de irse a la cama con el maquillaje puesto.
3. Cuidar el sueño. Tener una rutina adecuada, dormir en cantidad suficiente, evitando las pantallas las horas previas.
4. Dormir con una almohada adecuada, ligeramente elevada y, si es posible, boca arriba.
5. Por la mañana, lavarse la cara con agua fría. Se pueden utilizar compresas impregnadas en te o manzanilla fría dando un masaje, para conseguir un mejor drenaje linfático.
6. El uso de piedras de jade en ‘roll on’ u otros dispositivos parecidos pueden estimular ese drenaje.
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