La Dra. Ana Álvarez-Vieitez, dermatóloga, recuerda que el bronceado supone una agresión sobre la piel
No hay bronceado saludable. Es así de sencillo. Y así de claro se expresa la Dra. Ana Álvarez-Vieitez, dermatóloga del Hospital Nuestra Señora del Rosario. Por mucho que nos guste la estética de estar morenos, el bronceado supone una agresión sobre la piel, que es el órgano más extenso que tenemos en el cuerpo humano y que es, además, nuestra primera barrera de defensa frente a las agresiones externas.
La especialista recuerda, en una entrevista con la periodista Patricia Erroz para el portal Infosalus, de la agencia Europa Press, que las quemaduras son «muy peligrosas» ya que «la piel no tiene Alzheimer» y recordará toda la vida lo que le ha sucedido: «Tus quemaduras desde el nacimiento determinarán un posible envejecimiento prematuro de la piel, así como una mayor predisposición a desarrollar en la edad adulta un cáncer de piel».
La Dra. Álvarez-Vieitez, que ofrece algunas pautas a seguir en caso de quemadura solar, nos recuerda también que lo importante es la prevención: «Antes de tratar una agresión a nuestro organismo lo mejor siempre es prevenirla. Entre las 12 y las 16 horas es cuando más intensos están los rayos. Hay que llevar protección solar del 30, como mínimo, pero siempre mejor ponerse del 50; junto a medidas físicas como sombreros, ropa con protección solar, gafas. Además, el protector solar se debe echar 20 minutos antes de la exposición y de forma abundante, renovarlo cada dos horas, e inmediatamente después de un baño».
Apunta que no hay que olvidar que tomar el sol es importante, de cara a sintetizar la vitamina D. Eso sí, en su justa medida: «Es importante en dosis bajas y en las horas en las que no hay radiación importante», concluye.
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