Los avances médicos y tecnológicos nos están permitiendo, hoy en día, acometer, con todas las garantías de éxito, una remodelación corporal y/o facial en una única sesión, reduciendo y destruyendo la grasa localizada, retrayendo la dermis y remodelando la figura. Este nuevo tratamiento – BodyTite-, disponible en el Hospital Nuestra Señora del Rosario, es mínimamente invasivo, con un breve tiempo de recuperación y sin cicatrices.

“Mediante una pequeña incisión en un lugar discreto, se introduce una cánula muy fina en el tejido adiposo, consiguiendo la licuación de la grasa, la contracción del tejido subdérmico y la retracción de la piel. La técnica se realiza en quirófano bajo anestesia local o sedación”, explica la Dra. Carmen Iglesias, del Servicio de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora del Hospital Nuestra Señora del Rosario, con gran experiencia en la aplicación de este procedimiento.

¿Para quién está indicado ‘BodyTite’?

BodyTite está indicado para personas que quieren eliminar grasa localizada y flacidez en cualquier zona del cuerpo, como abdomen, flancos, rodillas, brazos, muslos, papada, etc… Para ello, BodyTite cuenta con múltiples aplicaciones que permiten actuar sobre diferentes áreas del cuerpo. FaceTite, por ejemplo, es la solución completa de tensado para la cara y áreas pequeñas del cuerpo con flacidez o grasa localizada, como braquioplastia, rodillas y ombligo. AccuTite, por su parte, permite tratar áreas muy pequeñas y que requieren de una máxima precisión, como papada, cuello, axilas, manos o bíceps.

Las ventajas de la liposucción por radiofrecuencia

“Además de las numerosas ventajas de someterse al procedimiento en un entorno hospitalario, completamente seguro, el tiempo para realizar una liposucción es corto, tiene menos riesgos, es efectivo, pues produce un importante efecto tensor en la piel, y se efectúa con anestesia local”, detalla la cirujana plástica. Y en una sola sesión, con resultados increíbles y de larga duración.  Unos resultados que se pueden percibir de forma inmediata, con una mejora continua en los siguientes 3 a 6 meses.

Cuidados posteriores al tratamiento

En función del lugar en que se haya realizado el tratamiento, será necesario utilizar faja de compresión durante las primeras semanas o los días posteriores, reduciéndose el uso para, finalmente, eliminarlo. “Sí es preciso restringir la práctica deportiva durante los primeros 10 días después de la intervención”, concluye la especialista.