Ante una situación de calor extremo, el organismo pierde una parte importante del agua de la que está compuesto a través del sudor. Este es un mecanismo de termorregulación del cuerpo para eliminar el exceso de temperatura del organismo a través del sudor. “Ante situaciones de calor extremo y fundamentalmente en personas ancianas, niños o enfermos crónicos, el organismo no es capaz de controlar la temperatura corporal y se produce un aumento de la misma o hipertermia. La mayoría son situaciones leves, pero la hipertermia grave o golpe de calor puede ser peligrosa”, explica la Dra. Alejandra Ortega, del Servicio de Urgencias del Hospital Nuestra Señora del Rosario, de Madrid.

Las hipertermias leves cursan con:

  • Cansancio
  • Dolores musculares
  • Dolor de cabeza
  • Náuseas
  • Hipotensión
  • Pérdida de conocimiento

Se tiene que empezar a estar alerta cuando aparecen signos de deshidratación como sentir la lengua seca y tener la orina más oscura de lo habitual; y preocuparse seriamente cuando la temperatura del organismo se eleva hasta 39º-40º al no funcionar el sistema termorregulador, pudiendo poner en peligro la vida, al causar daño de órganos. Los signos de alarma son:

  • Temperatura superior a 39º
  • Somnolencia
  • Piel roja y seca
  • Dificultad respiratoria
  • Pulso débil
  • Sed intensa
  • Dolor de cabeza
  • Vómitos
  • Pérdida de conocimiento

La Dra. Alejandra Ortega comenta que “en caso de sospecha de golpe de calor , a la espera de que acudan los servicios médicos, hay que acostar a la persona con los pies elevados, cerca de un lugar fresco y ventilado, aflojarle la ropa, darle de beber agua si presenta buen nivel de conciencia y no vomita a tragos pequeños y de forma lenta, ponerle paños o sabanas mojadas en agua fría alrededor del cuerpo. No es conveniente dar de beber líquidos azucarados, pues pueden aumentar la deshidratación, ni medicamentos para bajar la temperatura”.

Para evitar llegar a esta situación, la especialista del Hospital Nuestra Señora del Rosario ofrece una serie de recomendaciones:

  1. En casos de temperaturas altas lo principal es la hidratación. Es importante aumentar la ingesta habitual de líquidos en al menos 1 litro al día para prevenir los riesgos de la deshidratación.
  2. Evitar salir a la calle en las horas centrales del día, donde la temperatura exterior es mayor. Si es necesario salir, se deben utilizar colores claros y ropa ligera, puesto que al reflejar el calor y la luz ayuda a mantener la temperatura del organismo.
  3. Utilizar gorras o sombreros para evitar el sol directo en la cabeza.
  4. Evitar ejercicio físico extenuante, principalmente en las horas centrales del día y al aire libre. Si se va a practicar deporte es preferible realizarlo en centros tipo gimnasios o polideportivos o en las primeras horas de la mañana o durante la noche, y siempre usando ropa transpirable y llevar líquidos para hidratarse frecuentemente.
  5. Comer de forma ligera, principalmente ensaladas y frutas, y evitar las comidas calientes y copiosas que pueden hacer que la digestión sea pesada y lenta. Es importante aumentar la ingesta de líquidos también en las comidas mediante sopas frías, gazpachos, zumos o infusiones.
  6. Es mejor evitar la ingesta de bebidas alcohólicas, pues facilitan la deshidratación a pesar de calmar la sed en un primer momento.
  7. No ducharse con agua completamente fría. Es mejor utilizar agua templada, pues con el agua fría, aunque en un primer momento notemos que refresca, inmediatamente después de terminar de ducharnos se produce una vasoconstricción sanguínea por efecto del frío y una posterior vasodilatación, que hace que llegue más sangre a la piel, con la consiguiente sensación de calor.

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