La Dra. Carmen Martín Blanco, ginecóloga y obstetra, explica qué hacer ante esta complicación durante la lactancia

Sin lugar a dudas, la lactancia materna es el mejor alimento que se puede ofrecer al recién nacido. La OMS la recomienda de forma exclusiva hasta los 6 meses de edad y considera que lo idóneo sería prolongarla hasta los 2 años de edad del menor. No obstante, es una decisión que debe tomar cada madre de manera individual, pero actualmente las contraindicaciones son mínimas. De hecho, en el Hospital Nuestra Señora del Rosario asesoramos y damos la información oportuna a las mujeres que dan a luz en el centro.

Insistimos igualmente en que el principal fracaso de la lactancia materna no es la insuficiencia de leche o hipogalactia, sino una técnica ineficaz, en concreto por malas posturas, prisas, horarios y falta de estimulación.

Muchas veces la lactancia materna no es fácil y pueden presentarse obstáculos, a veces muy importantes, como las mastitis. En este sentido, y en una entrevista con Infosalus, el portal especializado en Salud de la agencia Europa Press, la Dra. Carmen Martín Blanco, ginecóloga y obstetra del Hospital Nuestra Señora del Rosario, subraya que se trata de una complicación característica de la lactancia, ya que la mayor parte de estos episodios tienen lugar durante el amamantamiento.

«Es una inflamación de la glándula mamaria acompañada o no de infección. En estos casos, están producidas por una retención o acúmulo de leche y/o por la infección de la glándula por bacterias que penetran desde la piel y la boca del bebé a través de los conductos galactóforos que llevan la leche, o por grietas presentes en la areola o en el pezón. La leche estancada en la glándula sirve de caldo de cultivo para las bacterias y favorece su infección», explica la especialista.

Se estima que hasta un 33% de las madres lactantes presentarán síntomas de mastitis subaguda, apunta la especialista

Prevención de la mastitis

De cara a su prevención, la doctora Martín Blanco ve importante que las madres tengan una buena guía de lactancia materna, así como la detección precoz de signos de mastitis, así como de los factores de riesgo. «De esta manera, existen diversas medidas que pueden ayudar a prevenir la aparición de mastitis: Se recomienda un contacto precoz e ininterrumpido piel con piel tras el parto, e iniciar la lactancia materna en la primera hora, cuando el bebé está más despierto y alerta», aconseja la ginecóloga, quien también sugiere que la lactancia se haga a demanda, sobre todo al inicio, y que se asegure un buen agarre y vaciado de las mamas durante cada toma para evitar la aparición de grietas y la retención de leche en las mamas.

Si quieres leer este interesantísimo reportaje, que lleva la firma de la periodista Patricia Erroz, especialista en Salud, pincha aquí.