El alergólogo Francisco J. Polo Sánchez nos recuerda cómo utilizar este complemento que se ha hecho imprescindible
Este año transcurrirá la segunda polinización a la que haremos frente usando de forma habitual las mascarillas. La primavera pasada hubo ya un mejor control en los polínicos debido precisamente a su empleo obligatorio. Se espera un incremento importante en los niveles de pólenes de gramíneas debido a las causas climatológicas que hemos tenido este invierno. Sin embargo, las cifras del polen de olivo van a ser menores, como consecuencia de la rotura y la tala de numerosas ramas por el peso de la nieve durante la ya célebre borrasca Filomena.
Eso sí, como subraya el Dr. Francisco J. Polo Sánchez, alergólogo del Hospital Nuestra Señora del Rosario, “hay que tener especial cuidado los días secos, soleados y con viento porque aumentará el polen ambiental. En ciudades como Madrid, con mayor contaminación, los síntomas alérgicos serán más intensos porque las partículas en suspensión son aglutinadoras de los pólenes”. Por si fuera poco, el cambio climático ha contribuido a que se haya producido una variación en los periodos de polinización: ahora comienzan antes y suelen ser más prolongados en el tiempo.
Tipos de mascarillas
Hay dos tipos principales: las mascarillas quirúrgicas y las filtrantes. Las quirúrgicas evitan la propagación al exterior de secreciones (efecto aerosol). Su finalidad es una mayor protección para evitar contagios a otras personas, pero no son tan efectivas si se trata de controlar la inhalación de partículas que puedan contagiarnos o de alérgenos ambientales.
Las filtrantes (FFP1, FFP2 o FFP3) protegen más eficazmente y son las más recomendadas, “pues no solo evitan la inhalación de pólenes, sino que también ofrecen una mayor protección frente a la Covid-19, un virus del que debemos seguir protegiéndonos”, subraya el especialista.
Cómo usar las mascarillas
Por último, el Dr. Polo Sánchez recuerda algunas pautas sobre el uso de las mascarillas que, a estas alturas, seguramente ya conoce la población por completo:
- Lavarse las manos con agua y jabón o una solución hidroalcóholica antes de utilizarlas.
- Colocar la mascarilla a la altura de la nariz y ajustar la pinza nasal.
- Verificar que cubre la barbilla y que está colocada correctamente.
- Comprobar que el sellado es el idóneo y que no existen molestias respiratorias.