La espondilolistesis, definida de un modo sencillo, es el desplazamiento de una vértebra hacia delante respecto a la inmediatamente inferior.

En detalle, el Dr. Rafael García de Sola, jefe de Neurocirugía del Hospital Nuestra Señora del Rosario, explica que en la columna, «las vértebras tienen dos partes principales: la zona anterior o cuerpo vertebral, que va a constituir la estructura que sostiene el peso del cuerpo, y la parte posterior, en forma de anillo complejo, que tiene unas estructuras (apófisis articulares) que sirven para asegurar que los cuerpos vertebrales se mantengan uno encima del otro».

Cuando se mueve la columna, los cuerpos vertebrales basculan gracias a los discos intervertebrales. Y las apófisis articulares también se mueven. Sin embargo, si se produce un fallo en estas apófisis articulares, «el cuerpo vertebral superior no tiene contención y se desplaza hacia adelante. La vértebra se escurre. Esto es la espondilolistesis», señala el Dr. García de Sola, catedrático emérito de la Universidad Autónoma de Madrid.

 

Causas y síntomas

Según detalla este prestigioso neurocirujano al portal Cuídate Plus, del diario Marca, la causa de la espondilolistesis puede ser «congénita, por falta de osificación de las apófisis articulares (lisis), o por desgaste de estas articulaciones (degenerativa), no siendo capaces de mantener alineados los cuerpos vertebrales». Un elevado porcentaje es asintomática, siempre y cuando el desplazamiento de la vértebra sea leve.

Cuando es severo, los síntomas principales son el dolor lumbar cuando el paciente está en bipedestación prolongada o se incorpora de un asiento bajo, y el dolor en ambos glúteos y muslos, que aparece cuando la persona lleva un tiempo caminando, obligándola a detenerse.

Según el Dr. García de Sola, «el individuo está cada vez más limitado por el dolor que se provoca al caminar y que puede extenderse a las dos extremidades inferiores, ocasionando lo que se denomina claudicación de la marcha o enfermedad de los escaparates». Al caminar, «las vértebras se mueven y comprimen las raíces nerviosas, hasta ocasionar dolor. La persona se detiene y cede esta compresión, cediendo el dolor».

Advierte el jefe de Neurocirugía del Hospital Nuestra Señora del Rosario que «hay que sospechar de este problema cuando el paciente refiere lumbalgias desde hace años, que después se irradian a una pierna y, al final, a las dos. Con una progresiva limitación de la marcha y de la calidad de vida».

La espondilolistesis no se puede prevenir, pero para evitar que se haga sintomática es conveniente  hacer ejercicio aeróbico de forma regular, estiramientos de la musculatura paravertebral, fortalecer la musculatura abdominal, así como evitar el sobrepeso.

 

Tratamientos

En las fases iniciales y poco sintomáticas, el tratamiento consiste en medicación antiinflamatoria, fisioterapia y ejercicios que faciliten la tonificación de la zona lumbar, como el pilates y la natación.

La espondilolistesis lumbar sintomática requiere tratamiento quirúrgico. Este, abunda el Dr. García de Sola, «consta fundamentalmente de dos procedimientos, que se llevan a cabo en el mismo acto quirúrgico. Por un lado, hay que descomprimir la raíz o raíces, eliminando hueso y ligamentos. Por otro, hay que fijar el segmento vertebral mediante la colocación de tornillos pediculares unidos por barras, que consiguen unir las dos vértebras que están inestables». Cuando el problema es congénito, «se precisan además técnicas de fusión ósea añadidas a la fijación pedicular».

Hoy día, concluye el neurocirujano, «estos procedimientos quirúrgicos se hacen con mucha menor agresividad y más seguridad. Para esto se utilizan equipamientos muy sofisticados como es el TAC intraoperatorio, Neuronavegador, Neurofisiología intraoperatoria, motores con fresas de diamante y técnicas mínimamente invasivas», de las que dispone en los quirófanos del Hospital Nuestra Señora del Rosario.

Para conocer más detalles: https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/musculos-huesos/espondilolistesis.html

Y también en  www.neurorgs.net