Hospital Nuestra Señora del Rosario
Nuestra historia
El Hospital Nuestra Señora del Rosario está gestionado por las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, congregación fundada en 1804 por la Beata María Rafols y el Padre Juan Bonal en el Hospital Real y General de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza.
Fue a finales de la década de 1880 cuando la Madre Candelaria Marmuyed, acompañada de otras Hermanas de la Congregación, emprende camino a Madrid con el fin de desarrollar en la capital su voluntad y su afán de ayuda y cuidado de los ciudadanos más desfavorecidos. Aúnan sus esfuerzos con D. Francisco Méndez, capellán del Rey Alfonso XII y perteneciente a la Orden de Caballeros Hospitalarios, que se dedicaban a atender en consultas gratuitas a personas de escasos recursos, a quienes proporcionaban también las medicinas.
Con el tiempo, las Hermanas amplían su actividad al comprar una casa en un descampado en las afueras de Madrid, en la actual calle Castelló, donde se dedican al cuidado y la atención de convalecientes que salen del hospital y no tienen quien les atienda ni donde ser acogidos.
El 22 de marzo de 1.889, con la asistencia de la Reina Doña Mª Cristina, se inaugura el Hospital Nuestra Señora del Rosario, que en aquel momento es denominado Casa de Salud y Convalecientes. Tres años más tarde, en 1892, las Hermanas, tras ser reconocidas como Congregación de derecho pontifico, salen hacia las leproserías de Venezuela.
Duros fueron los comienzos por la falta de recursos, pero las Hermanas suplían las carencias con su trabajo duro y callado, ayudadas por algunas donaciones de personas de bien, que eran conscientes de sus penurias y del entusiasmo que ponían en la obra.
Poco a poco el hospital se fue adaptando a las nuevas necesidades y a los tiempos y así, 70 años después, en 1958, se inauguraba un nuevo edificio destinado a maternidad, actividad por la que fue ampliamente conocido en Madrid.
En abril de 1986 un coche bomba, colocado en la calle Juan Bravo, hizo verdaderos estragos en su fachada y en su interior, hecho que provocó una tremenda conmoción en la Congregación y en el personal que compartía el trabajo con las Hermanas, que llegaron a replantearse la continuidad del hospital.
Finalmente, la Congregación de Hermanas de la Caridad de Santa Ana, con su Consejo General a la cabeza, tomó la decisión de mantener la actividad asistencial del centro, adecuándolo a las necesidades del momento, dándole una proyección de futuro y dotándolo de los medios técnicos y humanos necesarios para hacer de él lo que hoy es, esto es, un moderno hospital general.
A lo largo de toda su existencia –en 2019 ha cumplido 130 años de historia- la razón de ser del Hospital Nuestra Señora del Rosario ha sido dignificar, humanizar y evangelizar el mundo de la salud, desde la dimensión del Carisma de Caridad que los fundadores imprimieron a la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana y que esta ha cumplido fielmente.