El pasado mes de Octubre, miles de mujeres de distintas confesiones religiosas (hebreas, musulmanas y cristianas) se unieron para recorrer juntas, vestidas de blanco, varias localidades de Israel con el objetivo de reivindicar la Paz, un evento que ha sido bautizado como “Marcha de la Esperanza” y que, desafortunadamente, ha pasado desapercibido en los grandes medios de comunicación de todo el mundo.

A pesar, incluso, de que esta iniciativa logró agrupar a cerca de más 4.000 mujeres pertenecientes a diferentes religiones, capaces de dialogar y crear entre todas un acuerdo de marcha conjunta por un objetivo común: La paz.

Salieron de Metula en la frontera libanesa de Israel, de la ciudad árabe de Umm al-Fahm, de Tel Aviv y de Eilat. Marcharon por las calles de Jerusalén; por las orillas del río Jordán, cerca del Mar Muerto. Y caminaron con la activista por la paz liberiana Laymah Gbowee, co-ganadora del Premio Nobel de la Paz 2011, en reconocimiento a su «lucha no violenta por la seguridad de las mujeres y por los derechos de las mujeres a participar plenamente en el trabajo de consolidación de la paz». La canción «Oración de las Madres» de Yael nació como resultado de su alianza con Women Wage Peace.

La marcha recorrió diferentes puntos del país a lo largo de dos semanas. La iniciativa comenzó el pasado 4 de octubre, cuando 20 mujeres salieron desde el Norte del país en una marcha hacia Jerusalén y a lo largo del camino fueron reclutando, sumando participantes. El último tramo de la misma llegó el 17 de octubre. Su objetivo: pedir explícitamente la vuelta a las negociaciones de La Paz y el compromiso de terminar con la violencia para construir un país en armonía para las futuras generaciones.

La marcha culminó dos semanas después en el extremo norte del Mar Muerto, con más de 4.000 mujeres sosteniendo una oración conjunta entre judíos y musulmanes por la paz. Y esa noche, más de 15.000 se reunieron fuera de la residencia del primer ministro en Jerusalén pidiendo acción.

Esta marcha y sus reivindicaciones se han plasmado ahora en un video oficial. Organizado por el movimiento Women Wage Peace y con la música de la cantante israelí Yael Deckelbaum, la canción Prayer of the Mothers ha puesto banda sonora al evento.

La organización Women Wage Peace (Mujeres hacen La Paz) nació hace dos años tras la última gran ofensiva militar de Israel sobre Gaza. «No pararemos hasta que Netanyahu y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, se sienten en la mesa de negociaciones de nuevo, no sólo para hablar, sino para hacer algo», aseguraba reivindicativa Orna Ashkenazi, activista y miembro del comité de organización.

Este vídeo es tan sólo uno de los muchos ‘espejos’, donde se puede contemplar cómo la música está cambiando el mundo. Un milagro femenino que vale más que mil palabras.

El último proceso negociador entre israelíes y palestinos fracasó en 2014, después de meses de conversaciones entre los bandos impulsadas por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.

Desde entonces, y a pesar de los esfuerzos intermitentes de la comunidad internacional, ha sido imposible reactivarlo.

Sobre la canción:

«La aspiración a la paz no pertenece a ninguna persona, pero la historia demuestra que las mujeres, con su determinación, su insistencia, su creatividad y su fervor, son capaces de vencer el odio y la ceguera; están luchando por todos nosotros por la esperanza de un futuro mejor y agradecemos a todas y cada una de ellas por ello».